Estas notas fueron la base de un informe de João Machado para la reunión del Buró de la Cuarta Internacional, celebrada en octubre de 2025.
I
1. Todavía vivimos bajo el impacto de la tremenda crisis económica abierta con el crack financiero de 2008. El modo de funcionamiento capitalista neoliberal ya no puede garantizar las tasas de crecimiento, beneficio y acumulación de finales de los años ochenta y noventa.
2. La globalización neoliberal está en crisis; obviamente, la situación se ha acentuado con los bruscos movimientos de Trump desde enero. El hegemon en crisis intenta reafirmarse.
3. La digitalización de los procesos de producción y consumo, que ya lleva 30-40 años en marcha y fue la base de la llamada reestructuración neoliberal de la producción, se intensifica ahora con la introducción acelerada de la IA. La implantación de la IA es la apuesta del capital para recuperar las tasas de ganancia y acumulación, buscando un salto en la productividad del trabajo y en las tasas de ganancia (con reducción del empleo) y más poder para las Big Tech.
Una novedad que no se registró en nuestro Congreso fue la ampliación de algunas dificultades de China, especialmente con problemas de sobreproducción en varios sectores, y una reducción de sus tasas de crecimiento, ahora por debajo del 5%.
Con este hecho, y con el lío (situación caótica) creado por Trump, cabría esperar una situación peor de la economía mundial en este momento. Pero esto no sucedió: en su reunión de octubre, el FMI modificó su previsión de crecimiento del PIB mundial para este año del 3% al 3,2% (en abril había reducido la proyección y en julio ya la había aumentado ligeramente), y mantuvo la previsión para el próximo año en el 3,1%.
Hay muchas desigualdades: Europa (donde, con la excepción del Reino Unido, las otras tres principales economías crecerán menos del 1 %) y Japón, por ejemplo, se encuentran en una situación mucho peor.
El FMI ha evaluado que la situación económica mundial puede empeorar. En Estados Unidos, por ejemplo, la inflación puede ser un problema (en gran parte como consecuencia de los aranceles de Trump, con cierta contribución de la persecución de los inmigrantes). El Banco Mundial ha hecho previsiones un poco peores: un crecimiento mundial este año del 2,3%.
De otra parte, las economías del «Sur Global», aunque presenten tasas de crecimiento cercanas al promedio mundial, enfrentan problemas importantes, sobre todo el volumen de sus deudas y el peso financiero de los pagos de intereses.
Es cierto que la situación de la economía mundial no es buena, pero no está en recesión, aunque haya países en casi estancamiento.
¿Por qué no ha empeorado la situación de la economía mundial?
¿Podría ser que la valoración de los economistas marxistas (y críticos en general) del impacto negativo de Trump sobre la economía esté influenciada por su aversión política hacia Trump, y que la valoración también negativa de los economistas liberales y del FMI esté motivada por su defensa ideológica del libre comercio?
En este caso, probablemente no.
II
Hay dos explicaciones básicas para el hecho de que la economía mundial no esté peor.
a/Trump causó menos estragos de los que anunció: el desastre no fue tan grande
La primera es que, al fin y al cabo, Trump no causó todo el daño que había prometido. Se retractó de muchos anuncios de aranceles, y el «Día de la Liberación» (2 de abril), en el que se anunciaron los grandes aranceles, se declaró como nada más que un ejemplo de su «arte de la negociación». De hecho, Trump consiguió algunas negociaciones favorables para Estados Unidos. Por esta y otras razones, las cadenas de producción internacionales se han mantenido hasta ahora.
Sin embargo, varios economistas (e incluso el FMI) señalan que aún es pronto para evaluar el impacto negativo del caos provocado por Trump. El FMI llama la atención, por ejemplo, sobre el hecho de que, desde el Brexit, iniciado en 2017, «la inversión empresarial siguió creciendo en el período inmediatamente posterior a la salida del Reino Unido de la UE y solo comenzó a descender de forma constante a partir de 2018», afirmó.
Otra cosa que es importante recordar es que el problema del caos de Trump no son solo los aranceles, sino también
a) El gran aumento de la incertidumbre, que siempre es mala para las inversiones.
b) La persecución de los inmigrantes perjudica a la economía, como reconocen incluso los economistas conservadores y el FMI.
Además de otros problemas.
b/La burbuja de la IA
Otra explicación, mencionada tanto por economistas marxistas (de los que Michael Roberts es un buen ejemplo) como por el FMI, es la burbuja de la inteligencia artificial (y de los sectores tecnológicos en general). Michael Roberts cita al economista Ruchir Sharma, del Grupo Rockefeller:
«A pesar de las crecientes amenazas a la economía estadounidense —desde los altos aranceles aduaneros hasta el colapso de la inmigración, la erosión de las instituciones, el aumento de la deuda y la inflación persistente—, las grandes empresas y los inversores parecen imperturbables. Están cada vez más convencidos de que la inteligencia artificial es una fuerza tan grande que puede hacer frente a todos los retos».
Las empresas de IA fueron responsables del 80 % de las ganancias de las acciones estadounidenses en 2025. Esto está ayudando a financiar e impulsar el crecimiento de EE. UU., ya que el mercado de valores impulsado por la IA atrae dinero de todo el mundo.
Como señala Roberts, «la "burbuja" de la inversión en IA (medida como el precio de las acciones en relación con el "valor contable" de una empresa) es 17 veces mayor que la frenética burbuja puntocom de 2000, y cuatro veces mayor que la burbuja del subprime de 2007». Roberts aporta otros datos que refuerzan la conclusión de que se está desarrollando una burbuja (como, por ejemplo, los cálculos de la relación entre el precio de las acciones y los beneficios de las empresas que representan).
Por cierto, como ya se ha señalado, esto también lo afirman el FMI y muchos otros economistas.
Más impresionante aún es el dato de que el crecimiento de la economía estadounidense en el primer semestre de 2025 se debió casi exclusivamente a la inversión en equipos y software de procesamiento de información: fue responsable del 92% del crecimiento del PIB en el primer semestre de 2025. Si excluimos estas categorías, la economía estadounidense creció solo un 0,1% anual en el primer semestre.
Es decir, sin duda existe una burbuja de IA, y está «impulsando la economía estadounidense al alza» (lo que, evidentemente, tiene un impacto mundial).
Hasta ahora, los datos indican que el aumento de la productividad proporcionado por la IA es modesto. Si no se muestra mayor en el futuro, habrá una «corrección en los mercados», es decir, una caída de los precios.
Esto no generará necesariamente una crisis mayor, como explica Michael Roberts, aunque es probable que haya alguna crisis. Todo depende de cuál será la contribución de estas inversiones al aumento de la productividad de las empresas.
Y esta cuestión sigue abierta. ¿El uso más intensivo de la IA satisfará las expectativas optimistas de aumento de la productividad y elevación de las tasas de beneficio? Hasta ahora, esto no ha sucedido, pero no se descarta que ocurra en el futuro.
Mi opinión es que son sólidos los argumentos de que la «burbuja de la IA» y la inversión en equipos y software de procesamiento de información están enmascarando los problemas causados por el caos de Trump —problemas que tienden a ser más significativos en los próximos meses.
Cabe preguntarse: ¿no estaría la política de Trump contribuyendo a las inversiones mencionadas, y no sería esto un aspecto positivo de la misma?
Creo que no. Es posible que la política de Trump, muy favorable a las «Big Techs» y a todo lo que se asocia con ellas, esté contribuyendo a estas inversiones, pero hay que recordar que esto ha derivado en una burbuja. Si, en el futuro, estas inversiones contribuyen al aumento de la productividad esperado, será a pesar de esta burbuja.
III
No he visto ningún artículo que trate de la cuestión de la relación entre la actividad económica y el calentamiento global, en ninguno de sus dos sentidos básicos:
a) el impacto que esta actividad tiene sobre el calentamiento
b) los impactos que los «eventos» provocados por la crisis climática tienen sobre la economía.
Un interesante artículo publicado en el IVP trató este tema (el artículo sobre la «Tormenta en una taza de café»), pero de forma puntual.
En parte, la falta de consideración de las implicaciones de los eventos derivados del calentamiento global sobre el PIB se explica por las particularidades (y limitaciones) de la forma de medir el PIB: las pérdidas no se descuentan del producto, y los gastos para compensarlas son sumados. Sin embargo, en algún momento, que no debe estar lejos, será imposible ignorar este impacto.
27 de octubre 2025