Sudán, el nudo corredizo

La guerra entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) encabezadas por Abdel Fattah al-Burhan, jefe del Consejo de Soberanía de Transición instituido tras el golpe de Estado del 25 de octubre de 2021; y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR) de Mohamed Daglo, conocido como “Hemedti”, antiguo número 2 del mismo Consejo formado el pasado mes de abril, no ha tenido tregua. El costo humanitario de este conflicto, del que las poblaciones se han mantenido alejadas, es catastrófico.

A principios de octubre, las muertes se estimaban en 9.0001 y los heridos, en 16.000. Estas cifras, que además evolucionan constantemente, deben tomarse con cautela. Las cifras proporcionadas por la ONU son generalmente las del Ministerio de Salud sudanés, que contabiliza las muertes registradas en los hospitales y, por lo tanto, son inferiores a las cifras antes mencionadas. Se estima que de lxs 45 millones de habitantes de Sudán, más de 7 millones están desplazadxs, de lxs cuales 4,3 millones sufrieron el desplazamiento a consecuencia del conflicto. Al comienzo de la guerra, el país también acogía a 1 millón de personas desplazadas de Sudán del Sur, Eritrea, la República Centroafricana (RCA) y de Siria.

Hasta el 9 de octubre, 1 105 791 personas habían huido del país, la mayoría de las cuales se dirigió a Chad2 , pero también a Sudán del Sur, Egipto, Etiopía, RCA y Libia; 67% de lxs cuales son sudanesxs, según la Organización Internacional para las Migraciones.

Las víctimas jamás contabilizadas de este conflicto son las mujeres que fueron violadas en masa, secuestradas o desaparecidas.

Las prisiones y los centros de detención secretos tienen miles de detenidos. Muchas escuelas ya no funcionan y decenas de ellas sirven como refugios para los desplazados. 19 millones de niños no van a la escuela3 .

Decenas de hospitales han sido bombardeados y muchas estructuras sanitarias sólo funcionan gracias al trabajo voluntario de los civiles, pero falta agua potable, medicinas y personal calificado. Sin embargo, las epidemias mortales4 de cólera, de dengue y de malaria se están propagando, así como el sarampión infantil.

Añadamos que en este país, donde las regiones orientales se salvan del conflicto, la economía y la agricultura han quedado devastadas: estos seis meses han sido testigos primero de episodios de sequía y luego de inundaciones, que han llevado a las agencias humanitarias a hablar de un riesgo de hambruna para la mitad de los habitantes del país.5 A esto hay que sumarle lxs sudanesxs que murieron de hambre, debido al asedio militar de las localidades.

Las recientes inundaciones en el estado del Nilo suponen un riesgo sanitario para las poblaciones, ya que las aguas transportan el mercurio utilizado para la extracción de oro.6

 

¿Hacia una partición de facto?

A mediados de septiembre, el enviado especial de la ONU por Sudán, Volker Perthes, dimitió advirtiendo del riesgo de una “guerra civil”. Como si esta dimisión no supusiera una gran pérdida, el emisario ha concentrado sus esfuerzos en mantener negociaciones incluyendo a las fuerzas contrarrevolucionarias, y ha descuidado a los Comités de Resistencia7 , quienes se niegan a negociar con las fuerzas resultantes del golpe de 2021. Sus advertencias reflejan una ceguera total: La “guerra civil” no es un “riesgo” sino una realidad. En el oeste del país, en Darfur, donde se concentran las FSR, las masacres de poblaciones no árabes, en particular los Masalit, comenzaron el pasado mes de junio.8 El llamado a la movilización de las FSR encontró una respuesta positiva entre las tribus árabes: Cuando sabemos que las FSR son los herederos de las milicias janjawid que tienen en su haber una limpieza étnica que ha dejado 300.000 muertxs (tampoco aquí contamos las violaciones), y dos millones de desplazadxs en Darfur desde 2003, esto no es una hipótesis. En 2010, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Omar al-Bashir, entonces presidente de Sudán, incluyendo cargos de genocidio.9

La evolución del conflicto está redefiniendo el mapa de las fuerzas presentes, lo que podría presagiar una partición del país: Jartum, la capital, es objeto de encarnizados combates diarios: las FSR, que no tienen fuerza aérea, han logrado conquistar varias zonas y la capital sufrió bombardeos de las FAS. En el oeste de Sudán, las FSR son hegemónicas sobre bases étnicas. El este del país está controlado por el FAS. En el sur, las fuerzas del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MPLS) han aprovechado el conflicto para lanzar ofensivas desde el verano en Kordofán del Sur y el Nilo Azul. Estas dos últimas regiones han experimentado a su vez graves problemas sociales (falta de educación, sanidad y aumento de precios) desde que el MPLS entró en guerra contra el FAS. Este tercer actor (el MPLS) sólo tiene un papel marginal en comparación con los otros dos.

De hecho, la guerra entre Al Burhan y Hemedti no es sólo local: ya habría terminado por falta de municiones o armas. El primero cuenta con el apoyo de Egipto, Qatar y Turquía; y el segundo, con las fuerzas del mariscal Haftar (este de Libia) y Emiratos Árabes Unidos. La guerra se ha internacionalizado. Las milicias wagnerianas siempre han apoyado a Hemedt,; mientras que, en respuesta, Volodymyr Zelensky, el presidente ucraniano, se reunió con Abdel Fattah al-Burhan en Irlanda el 23 de septiembre, confirmando implícitamente los rumores de ataques, filmados en las redes sociales, por Drones FPV ucranianos (piloteados por inmersión mediante cámara a bordo) contra las FSR. Sergei Lavrov se reunió con al-Burhan y Hemedti el 9 de febrero.

Sudán es, después de Argelia, el segundo importador de armas rusas en África, y se habla de concretar finalmente la creación de una base naval rusa en el Mar Rojo, en el puerto de Sudan. Rusia en realidad no tiene interés en sostener a uno más que al otro, sino en mantener buenas relaciones con ambos; para preservar su acceso a las zonas de explotación de oro en el país, sea quien sea el vencedor.

Por lo tanto, el conflicto se eternizará, o conducirá a una partición este-oeste, completando la limpieza étnica en el oeste.

 

Poblaciones olvidadas

En todos los casos, si no es posible solución política alguna, las intervenciones humanitarias quedan bloqueadas por los combates o son inexistentes. Por lo tanto, en ningún momento se planificó, ni siquiera se discutió, un puente aéreo o una evacuación para exfiltrar poblaciones como pudo ser el caso de los iraquíes en 2015.10 …o de los afganos en 202111 , incluso si estas últimas iniciativas fueran selectivas y limitadas.

Huir a países vecinos no es una solución: en los campos de Chad viven casi medio millón de personas con dificultades para acceder a agua, alimentos y atención médica, que se manifiestan por sus derechos, como en Iridimi, el 30 de septiembre, para obtener alimentos no caducados.12 Egipto por su parte, ha puesto límites: sólo pueden entrar mujeres y niñas, y hombres menores de 16 años y mayores de 50, pero con pasaportes válidos. Los otros hombres tienen que solicitar visas y enfrentarse a muchas denegaciones. Etiopía requiere visas de entrada para los ciudadanos de la Unión Africana. Sólo Sudán del Sur no requiere visas ni recursos mínimos, pero hay poca asistencia en el punto de cruce y la propia región es objeto de combates. Lo que queda como opción es cruzar con los contrabandistas. Cabe mencionar que durante las inundaciones en Derna, Libia, murieron 155 sudaneses13 , sin hablar de los desaparecidos.

No olvidemos la hospitalidad “a la francesa”: Francia cerró su representación diplomática en Sudán desde abril pasado, obligando a quienes puedan a irse a países vecinos; como Etiopía, donde se requiere visa de entrada. La embajada de Francia en Jartum, antes de cerrar, destruyó todos los pasaportes de lxs sudanesxs que buscaban visados, en una decisión que consideró “inevitable”, encerrando a quienes querían huir de un país en guerra. Estados Unidos habría hecho lo mismo14 , y muchas embajadas europeas y de otros países no han respondido a lxs titulares de pasaportes. Una refugiada sudanesa en Francia había solicitado una reunificación familiar que podía pedir para sus dos hijas menores, quienes quedaron varadas en Sudán tras la destrucción de sus pasaportes por parte de Francia; su madre no pudo conseguir que las autoridades francesas les expidieran un pase15 , aun cuando contaban con el apoyo de varias asociaciones, al final de un maratón legal que finalizó el pasado mes de julio.

Traducido por fourth.international de Revista L'Anticapitaliste n°150 (octubre 2023)

  • 1Actualización de la situación en Sudán: octubre de 2023 | Conflictos étnicos en medio de crecientes luchas por el poder (acleddata.com).
  • 2Según el recuento actualizado del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados: situación en Sudán (unhcr.org).
  • 3Dabanga Radio TV en línea (dabangasudan.org).
  • 4La OMS aumenta la ayuda a Sudán tras el brote de cólera - Dabanga Radio TV Online (dabangasudan.org).
  • 5Las dificultades financieras del Programa Mundial de Alimentos podrían llevar a “24 millones de personas” al borde de la hambruna (lemonde.fr).
  • 6Dabanga Radio TV en línea (dabangasudan.org).
  • 7"Durante la guerra actual, hay mucho menos espacio posible para los comités de resistencia que antes", L'Anticapitaliste.
  • 8Conflicto en Sudán: “El desastre puede ser de mayor escala” en la región de El Geneina (rfi.fr).
  • 9Al-Bashir | Corte Penal Internacional (icc-cpi.int).
  • 1006_Fiche_IRAK_-_dihad-FR_cle851713.pdf (diplomatie.gouv.fr).
  • 11Afganistán - Recepción en Francia de personas evacuadas de Afganistán (vuelos de evacuación los días 21, 22 y 23.08.2021) - Ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores (diplomatie.gouv.fr).
  • 12alrakoba.net.
  • 13skynewsarabia.com
  • 14Diplomáticos estadounidenses en Sudán destrozaron pasaportes y dejaron varados a sudaneses - The New York Times.
  • 15Remisiones de libertad contra la negativa a expedir pases a menores sudaneses a los que se les ha impedido reunirse con su madre refugiada en Francia, GISTI.

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