Marijke Colle, presente !

Con gran tristeza y emoción nos hemos enterado del fallecimiento en la mañana del 16 de abril de 2023 de nuestra camarada Marijke Colle, a la edad de 75 años.

Nacida en 1947 en el seno de una familia católica flamenca muy conservadora, Marijke estudió biología en Gante y se radicalizó como muchos jóvenes de su generación en la ola de 1968. A principios de la década de 1970 se hizo miembro de Dolle Mina (un grupo feminista de habla neerlandesa), y más tarde de los grupos feministas socialistas que formaban una coordinación en todo Flandes. Fue también durante este periodo cuando participó en la fundación de la Liga Obrera Revolucionaria (RAL), la sección belga de la Cuarta Internacional, que ahora es Gauche Anticapitaliste / SAP-Antikapitalisten. Junto con sus compañeras de la comisión de mujeres de la organización, desempeñó un papel importante en la lucha por la despenalización del aborto en Bélgica. Contribuyó al surgimiento tanto de un movimiento autónomo de mujeres como de un feminismo de lucha de clases. Marijke fue también la primera en abordar la cuestión ecológica en la sección belga y una de las pioneras en la Cuarta Internacional, hace más de treinta años.

El compromiso de Marijke sigue marcado por estas tres dimensiones de su vida, que entrelazan inextricablemente el marxismo revolucionario, el feminismo y la ecología: se definía a sí misma como marxista y ecofeminista. Marijke también pasó muchos años trabajando (como profesora) y haciendo campaña en distintos países: Inglaterra, Francia y los Países Bajos, donde fue codirectora de nuestro Instituto Internacional de Investigación y Formación de Ámsterdam. Desde su regreso a Bélgica, hace unos diez años, había seguido alimentando las reflexiones y orientaciones políticas de la organización y de su comisión feminista, que se convirtió en Feministas Anticapitalistas, y de su comisión ecosocialista. Cuando estalló la pandemia de Covid, nos aportó valiosas reflexiones sobre los vínculos entre el capitalismo, la crisis ecológica, las zoonosis y la crisis de los cuidados y las respuestas que hay que dar.

Los camaradas de la Gauche anticapitaliste / SAP-Antikapitalisten y de la Cuarta Internacional recordarán su fuerza de carácter, su rigor, su franqueza, su capacidad pedagógica y de transmisión, puestas al servicio de un compromiso revolucionario e internacionalista de toda la vida por la emancipación colectiva. Estas cualidades nos sirven de ejemplo. Nuestros pensamientos están con su familia y amigos, en particular con nuestro camarada Pips, su compañero.

El mejor homenaje que podemos rendirle es continuar su lucha, que es la nuestra.

Gracias a ti por todo, camarada.

Marijke, ¡presente!

Gauche Anticapitaliste

Dos homenajes en su funeral, jueves 27 de abril de 2023.

En honor de Marijke 

Honrar la memoria de Marijke requiere el uso de muchos calificativos. Marijke era una persona extremadamente inteligente. Era una científica comprometida con la razón, el rigor y la integridad en la aprehensión de la realidad: hechos, hechos, hechos, porque "Un hecho vale más que un señor alcalde"...

Marijke era bióloga, en el sentido profundo y existencial de la palabra "ser". Era más que una profesión: era una formación de pensamiento. Como señaló Pips, Darwin era su héroe. Como él, Marijke sentía curiosidad, simpatía y empatía por todos los seres vivos.

La idea de que la humanidad forma parte de la naturaleza y, sin embargo, es distinta de los demás animales, es decir, que la historia humana está entretejida con la historia natural pero también obedece a leyes sociales que no son "naturales", era obvia para Marijke. Para ella, la mayoría de estas cuestiones habían sido resueltas por su mentor en su segunda gran obra, El origen del hombre, que desgraciadamente es menos conocida que El origen de las especies. Al igual que Patrick Tort, Marijke veía la civilización como un "efecto inverso" de la selección natural.

Los biólogos del calibre de Marijke no suelen tener sangre de horchata. Uno piensa en Stephen Jay Gould, Rachel Carson y muchos otros. Marijke era una persona de gran control y aplomo. No hablaba a la ligera, y siempre en un tono comedido. Pero la indignación ante la explotación, la opresión, la brutalidad y la cobardía bullía en su interior y afloraba en su discurso.

"Agua calma, corriente profunda” este dicho flamenco arroja algo de luz sobre la personalidad de nuestra camarada. Marijke era una persona apasionada, con una pasión tranquila pero intensa. Cuando hablaba, se percibía una gran determinación, una fuerza moral anclada sobre bases muy sólidas en las que las consideraciones personales nunca estaban en primer plano.

Marijke era una radical en el sentido de Marx: para resolver un problema, hay que identificar su raíz racionalmente y actuar en consecuencia, revolucionariamente. Dominaba las categorías del materialismo histórico (modo de producción, relaciones de producción, clases y estratos sociales, capital, plusproducto social, valor, plusvalía, etc.), pero era lo contrario de una dogmática. Espíritu libre, Marijke no temía salirse de los caminos trillados cuando la realidad lo exigía.

Además de la lucha sindical, en la que participó como profesora, la contribución de Marijke fue especialmente importante en dos planos: el feminismo y el ecosocialismo. En ambos casos, se trataba de superar los límites, e incluso las anteojeras, de cierta tradición marxista, patriarcal y productivista.

Junto con otras activistas, agrupadas en la Comisión de Mujeres de la sección belga de la Cuarta Internacional, Marijke desempeñó un papel clave en la lucha por la despenalización del aborto. Si las mujeres del Movimiento de Trabajadores Cristianos (MTC) se convencieron de apoyar el proyecto de ley Lallemand/Herman-Michielsens, fue gracias a estas camaradas. Fue una gran victoria para la emancipación en nuestro país. Unos años más tarde, Marijke regresó y desempeñó un papel destacado en la campaña unitaria a gran escala "Mujeres contra la crisis".

Al mismo tiempo, Marijke fue una de las primeras en la Cuarta Internacional, y la primera en la sección belga, en tomar plena conciencia de las terribles amenazas bárbaras derivadas de la caída vertiginosa de la biodiversidad, de la alteración irreversible del clima, de la contminación química y radioactiva del planeta. Dedicó a ello una columna periódica en nuestros periódicos La Gauche y Rood. A principios de los años 80, durante una jornada de formación, interpeló a los miembros de la sección belga insistiendo en la necesidad de ir más allá de los cambios estructurales indispensables, en particular comiendo mucha menos carne.

Desde hace quince años, Marijke trabaja sobre el ecofeminismo, concepto que le ha servido para aunar las dos grandes luchas de su vida militante. Aunque se distancia de las concepciones esencialistas de ciertos autores para quienes las mujeres son "por naturaleza" más ecologistas que los hombres, no ocultaba su admiración por el compromiso de Vandana Shiva. No temía señalar que la dominación de la mujer y la dominación de la naturaleza son más que similares en la forma: son dos caras de la misma moneda.

Marijke era una excelente profesora y tenía el honor de expresar las cosas más complicadas en términos sencillos. Sus dotes pedagógicas, su sinceridad, su humanidad y su dedicación le valieron la estima y el reconocimiento de muchas personas. Esto es especialmente cierto para las mujeres activistas del Sur que tuvieron la oportunidad de asistir a sus cursos de formación en el Instituto de Ámsterdam, del que Marijke fue codirectora durante cuatro años.

Marijke era modesta. Odiaba a los fanfarrones, los advenedizos y los ombliguistas de todo tipo. Y no soportaba a los charlatanes (generalmente hombres y muy prolijos) que creen que usar o inventar muchas palabras complicadas les convierte en "filósofos".

La vida activista está hecha de muchas derrotas, algunos éxitos y muchas desilusiones personales, con su parte de mezquindad y celos. Marijke sufrió de esto en ocasiones, pero no afectó a su lealtad al marxismo revolucionario, feminista, internacionalista y ecosocialista. En esta época de narcisismo desenfrenado, esto merece un inmenso respeto, que debemos a su naturaleza recta y honesta y a su feroz voluntad de lucha.

En los últimos años del siglo pasado, el ejemplo de Marijke me animó a utilizar mi formación científica para ayudar a nuestra corriente política a tener en cuenta la centralidad de la crisis ecológica mundial. Decir que estoy agradecido es quedarse corto.

En nombre de la sección belga de la Cuarta Internacional, rindo homenaje a nuestra camarada Marijke, antes conocida como Lida.

En mi propio nombre, saludo a una amiga muy querida, a la que debo mucho.

¡Compañera Marijke presente!

Daniel Tanuro

 

¡Gracias Marijke! Haberte conocido nos inspira a seguir.. 

Para ti Marijke, con un pensamiento especial par Pips y toda la gente que te era querida.

Me levanto hoy en nombre de las compañeras de las Feministas Anticapitalistas para agradecerte toda tu enseñanza, tu camaradería y tu compromiso militante.

Para nosotras, te llevas contigo toda una herencia de lucha feminista en Bélgica... pero no sin haberla compartido con nosotras. Con todas tus formaciones, tus entrevistas, tus textos de análisis, has realizado un precioso y riguroso trabajo de liderazgo y de transmisión durante años y años. Lo hiciste con toda humildad, dejándote enseñar por las luchas de las nuevas generaciones feministas. Para nosotras, demostraste que una mujer de 70 años podía ser mucho más progresista y libre que una chica de 20 años. No me extraña, ¡tú que habías estado en la vanguardia de las luchas ecologistas y de las mujeres dentro de nuestra organización!

Ser activista en un entorno competitivo y en cierto modo machista, lo habías experimentado. Y por eso a menudo centraste nuestra atención en el ambiente de los espacios activistas. Tu experiencia estableció el vínculo entre el movimiento fem-soc de los años setenta y el movimiento de huelga feminista de los últimos años. Tejiste un hilo morado entre las luchas ecologistas, feministas y laborales.

En 2019, algunos de nosotros tuvimos la suerte de contar con tu presencia para organizar una campaña contra el tira y afloja político en torno al derecho al aborto en Bélgica. ¡Tú que hace 50 años apoyaste la construcción del primer centro abortista en Flandes!

Cientos de camaradas, hombres y mujeres, han sido formados por ti a lo largo de los años y en todo el mundo en ecosocialismo, ecofeminismo y feminismo de lucha de clases. Desde el anuncio de tu muerte, nos han llegado decenas de mensajes de feministas de Francia, India, España, Brasil, Portugal, Inglaterra, Italia, Dinamarca, Suiza y Holanda.
Chichi me dice que te cuente que por fin ha empezado a aprender neerlandés, ya que tú la animaste a hacerlo hace varios años .

Nos dejas un legado sin testamento. Una experiencia sin receta para futuras luchas. Pero una invitación firme y asumida a defender un liderazgo revolucionario anticapitalista.

No hay feminismo sin lucha de clases ¡No hay lucha de clases sin feminismo!

¡Gracias Marijke! Conocerte nos inspira a seguir...

Oksana Shine