Sobre la ofensiva israeli contra gaza y la solidaridad con la lucha del pueblo palestino

La ofensiva llevada a cabo por el ejército israelí hace un ano contra la Franja de Gaza se inserta en la continuidad de las políticas sionistas de destrucción de la resistencia palestina. El dramático balance arrojado por esas tres semanas de intensos bombardeos (más de 1300 muertos y más de 5000 heridos) es ilustrativo de la violencia del ejército israelí, que utilizó armas devastadoras y cometió numerosos crímenes de guerra.

 

La ofensiva, programada con mucha antelación, no tenía como objetivo « acabar con los disparos de cohetes » o « hacer respetar el alto el fuego ». Los lanzamientos de cohetes dejaron, en 10 años, un saldo de menos de 20 víctimas, mientras que Israel nunca respetó el alto el fuego firmado entre Israel y Hamás en junio de 2008 y mantuvo su bloqueo de Gaza y sigue asesinando a militantes de la resistencia en Palestina y en el extranjero. Así las cosas, los/las palestinos/as tienen derecho a defenderse y resistir a la ocupación, incluso recurriendo a la fuerza armada.

 

Los objetivos israelíes son distintos del todo. Se trata una vez más de notificarles a la población palestina y a los movimientos de resistencia que Israel es el único dueño del juego : no habrá « paz » sino bajo las condiciones fijadas por el Estado sionista, o sea, negando los derechos nacionales de los palestinos, y quienquiera que intente oponerse a esta lógica se expondrá a la represión sin límite del ejército israelí.

 

Los acontecimientos recientes lo confirman : el Estado sionista tolerará a los palestinos sólo en la medida en que renuncien a sus derechos nacionales y acepten vivir en unos cantones aislados en Palestina o en campos de refugiados en el exterior. Israel sólo quiere negociar con una representación palestina dispuesta a someterse a una « paz » que no esté en contradicción con los objetivos e intereses sionistas.

 

Estados Unidos, bajo la dminsitracion de Obama, siguen siendo, como antes, el principal apoyo imperialista al estado sionista. Los países de la Unión europea también siguen sosteniendo abierta o implicítamente a Israel. Los Estados de la Liga Árabe, divididos y sometidos en su mayoría al imperialismo, no pudieron adoptar una posición común mientras Egipto desempeñó de nuevo su papel de socio de Israel y de las potencias imperialistas, como lo mostro su saboteo de la Marcha por la libertad de Gaza y la construccion de un nuevo muro de la verguënza en Rafah.

 

Las reacciones de condena a Israel y apoyo al pueblo palestino fueron sin embargo numerosas. Por todos los confines del mundo, tuvieron lugar manifestaciones que congregaron a decenas, incluso centenares de miles de personas. Algunos Estados, como Venezuela o Bolivia, expulsaron a los embajadores israelíes. Por todas partes, incluso en la Asamblea general de la ONU, se multiplicaron los llamamientos al boicoteo de Israel y a las sanciones.

 

La Cuarta Internacional reitera su apoyo incondicional a todas las formas de lucha del pueblo palestino por la satisfacción de sus derechos : derecho a la autodeterminación sin injerencia exterior ; derecho al retorno de los refugiados o a la compensación para quienes lo deseen ; igualdad de derechos para los palestinos de 1948. Además, reafirmamos aquí la necesidad, para la emancipación de los pueblos árabes, de desmantelar el Estado sionista, encarnación de un proyecto colonial y racista al servicio del imperialismo, y pues nos pronunciamos a favor de una solución política en la que todos los pueblos de Palestina (el palestino y el judío israelí) puedan convivir gozando de la igualdad total de derechos.

 

Para alcanzar este objetivo, urge fortalecer los movimientos de solidaridad con el pueblo palestino, en torno a cinco consignas federadoras y consensuales, dentro incluso del movimiento nacional palestino : retirada total, inmediata e incondicional, del ejército israelí de los territorios ocupados desde 1967, incluyendo a Jerusalén-Este ; desmantelamiento del conjunto de los asentamientos construidos desde 1967 ; destrucción del muro de separación ; liberación de los 11.000 presos políticos detenidos en Israel ; levantamiento inmediato y sin condiciones del bloqueo de Gaza como primer paso en la via de una solucion politica fundada en la igualdad de derechos.

 

Conviene igualmente conceder una atención particular a las reivindicaciones de los palestinos de 1948, que reclaman la igualdad total de los derechos con el libre acceso al agua y a la tierra. Las recientes eleciones israelíes y los elevados votos cosechados por Liebermann, un notorio partidario de la expulsión de los palestinos de 1948, son un peligro mayúsculo que acecha a esta población y al que el movimiento de solidaridad debe responder. También hay que apoyar a los/las israelíes que luchan contra la ocupación, la guerra y la política sionista en general.

 

Por fin, nos parece esencial amplificar la campaña de Boicoteo-Desinversiones-Sanciones, iniciada en 2005 por más de 170 ONGs, asociaciones y partidos palestinos. La consigna de BDS permite desarrollar el movimiento de solidaridad, con el objetivo de denunciar las complicidades de los gobiernos y grandes compañías capitalistas. Los éxitos actuales y los próximos de la campaña BDS pueden contribuir a debilitar al Estado sionista y crear las condiciones de un fortalecimiento del bando palestino y antimperialista. En esta lucha, hay que combatir simultáneamente todas las derivas racistas, antisemitas e islamofóbicas.

Cuarta Internacional