En honor de Esteban Volkov (1926-2023) Viva la memoria de León Trotsky y la lucha de la Oposición de Izquierda contra el capitalismo y el estalinismo.

Al despedir a Don Esteban, fallecido el 16 de junio a los 97 años de edad, nos comprometemos no sólo a apoyar la continuidad de los trabajos de la Casa Museo León Trotsky en México, sino a seguir colaborando con la misión de su vida: preservar y difundir el legado político de su abuelo revolucionario.

El viernes 16 de junio murió en México don Esteban Volkov, nieto de León Trotsky. Fue el último testigo vivo de los últimos años de trabajo y asesinato de su abuelo, cometido por el agente estalinista Ramón Mercader el 21 de agosto de 1940, en la casa donde vivía la familia del revolucionario ruso exiliado en Coyoacán. El inmueble fue transformado por don Esteban en 1990 en la Casa Museo León Trotsky.

Es un capítulo muy importante en la historia de la izquierda del siglo XX el que se cierra con su fallecimiento, porque don Esteban fue más que un nieto. Fue un guardián consciente del legado de lucha, de la producción teórica y de la resistencia política de sus familiares y compatriotas de la Oposición de Izquierda de la Unión Soviética. De ahí la importancia de su vida, de su voz incansable en el recuerdo de las purgas y persecuciones de Stalin a toda una generación de revolucionarios anteriores y posteriores a 1917; en el trabajo incansable por preservar documentos, objetos y recuerdos familiares; en la lucha por refutar las campañas de desprestigio que Trotsky, aún después de muerto, y los trotskistas enfrentaron durante décadas.

Volkov, nacido Vsevolod Platonovich Volkov en Yalta, vio la luz en Ucrania, en 1926, hijo de Zinaida Volkova, nacida Bronstein, la primera hija de Trotsky con su compañera revolucionaria y esposa Aleksandra Sokolovskaya, (Trotsky y Alexandra tuvieron una segunda hija, Nina). Con el apodo familiar de Sieva, la vida de don Esteban estuvo marcada por los impactos que aquellos años veinte tuvieron en su infancia.

El padre de Esteban, Platon Ivanovich Volkov (1898-1936), fue miembro de la Oposición de Izquierda liderada por Trotsky, detenido dos veces bajo Stalin (1928 y 1935) y desaparecido en un Gulag en 1936, durante el periodo llamado de las Grandes Purgas. Zinaida, también militante de la oposición, consiguió salir de la URSS para ver a su padre en Prinkipo (Turquía), lugar del primer exilio de Trotski. Sin embargo, el régimen estalinista le impidió regresar a la URSS, donde había dejado a su hija. Zinaida se suicidó en enero de 1933 en Berlín, poco antes de que Hitler llegara al poder, dejando huérfano a su hijo de 7 años. Tras un breve periodo en un internado de Viena, el pequeño Sieva fue acogida por León Sedov, uno de los dos hijos de Trotsky y su segunda esposa Natalia Sedova, y también líder de la corriente que daría origen al trotskismo. Después de que Sedov fuera asesinado por la GPU (más tarde KGB) en 1938, los amigos de su abuelo consiguieron finalmente llevar a Sieva a México, donde se convirtió en Esteban.

Cuando tenía 13 años, en mayo de 1940, fue testigo de un intento de asesinato de su abuelo con armas de fuego y, en agosto de ese año, del asesinato de Trotsky cuando acababa de llegar de la escuela. Según amigos, familiares y todos los que le oyeron hablar de estos sucesos a lo largo de décadas, don Esteban se emocionaba al recordar aquellos días cada vez que los relataba.

Este muchacho ruso creció en México, estudió ingeniería química y fue uno de los que fabricaron las primeras píldoras anticonceptivas. Se casó y tuvo tres hijas. En 1988, obtuvo un visado de la entonces Unión Soviética para visitar su país natal. Encontró a su hermana, trágicamente separada de su madre en los años veinte, por entonces ya enferma de muerto y hablando únicamente ruso, idioma que Esteban había olvidado. Los hermanos necesitaron un intérprete, una eventualidad que Trotsky había temido cuando instó al joven Esteban a que mantuviera su ruso.

A pesar de las tragedias, o precisamente por las heridas de la infancia mezcladas con las lecciones que extrajo de la vida familiar, don Esteban fue un incansable defensor de las ideas de quienes lideraron la Revolución Rusa de 1917, enemigo del capitalismo y del estalinismo. Lo demostró creando lo que hoy es el "Instituto del Derecho de Asilo - Casa Museo León Trotsky", que dirigió hasta pasados sus 90 años. El Instituto de Derecho de Asilo y Libertades Públicas se creó para ayudar a otros disidentes políticos que buscaban asilo en México como lo había hecho Trotsky y se consolidó con el museo en 1996.

Ahí, en Coyoacán, don Esteban impartió cientos de conferencias. Nunca estuvo afiliado políticamente, pero en su labor de preservación y defensa del legado familiar colaboró con todas las corrientes trotskistas. En 1988 participó en la conmemoración del 50 aniversario de la Cuarta Internacional, organizada por la Ligue Communiste Révolutionnaire, sección francesa de la Cuarta Internacional, en la que participaron 3000 personas.

Según el personal del Museo, él era el alma de ese espacio. "Sin su empuje y carácter, el museo hubiera fracasado en su tarea, todo lo que somos hoy como institución se lo debemos a él", dice el comunicado sobre la muerte de don Esteban. "Su muerte dejará un profundo vacío que será muy difícil de llenar".

A la familia, amigos de todo el mundo y al personal del Museo, toda la solidaridad de la Cuarta Internacional y sus militantes. Sabemos que don Esteban será irremplazable en Coyoacán, pero creemos que su obra, y el legado que preservó y difundió, siguen muy vivos: en las luchas independientes de los explotados y oprimidos de toda la Tierra contra las corporaciones y los gobiernos burgueses; en la batalla incansable por construir partidos y organizaciones políticas que defiendan la independencia política de la clase obrera; en el empeño democrático, fraterno y teórico por la (re)construcción de una estrategia socialista, también ecológica, antirracista y feminista, para una humanidad más que nunca amenazada; una estrategia basada en la autoorganización y el autogobierno de los de abajo.

Don Esteban y su abuelo seguirán vivos en nuestra lucha.

Buró Ejecutivo de la Cuarta Internacional, junio de 2023

 

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