¡Basta de represión en Argelia!

Las detenciones masivas de manifestantes el viernes 14 de mayo, así como las de decenas de periodistas y conocidos dirigentes políticos como Wahid Ben Halla (líder del MDS), Mohcen Belabbes (presidente del RCD), Ali Laskri (líder del FFS), etc., constituyen una grave escalada represiva que debe cesar inmediatamente. Esta estrategia del gobierno, que consiste en doblegar al Hirak y, por ende, a todo el pueblo argelino, es una huida hacia delante de sus responsabilidades políticas. Se trata de una deriva autoritaria que podría conducir a un estado militar-policial. Sólo puede debilitar aún más al Estado nacional argelino frente a las potencias imperialistas y justificar su injerencia. Así ocurrió ayer con el Parlamento Europeo y así ocurre hoy con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

¡Por el respeto a las libertades democráticas!
Frente a este ataque represivo, que sólo podría exacerbar la legítima determinación del pueblo argelino por la defensa de sus libertades democráticas, el poder cuya responsabilidad política histórica está comprometida, debe cambiar de rumbo. La solución es política y no puede lograrse mediante la represión, el forzamiento electoral y la fijación unilateral de las reglas del juego político independientemente de la voluntad popular. El gobierno tiene la posibilidad, y sobre todo la responsabilidad, de hacer optar por la democracia y la soberanía popular que dice querer promover en su "nueva Argelia".

El gobierno debe responder positiva y urgentemente a las siguientes demandas políticas y democráticas:

- Liberación de todos los jóvenes activistas del Hirak, así como de todos los presos políticos y de conciencia;

- Cese de todos los actos de represión y eliminación de todos los obstáculos al ejercicio efectivo de las libertades democráticas en Argelia;

- Anulación de las elecciones legislativas del 12 de junio;

- Apertura efectiva de los medios de comunicación públicos a todas las opiniones, especialmente a la oposición política partidista y a los ciudadanos.

Tras la aplicación de estas medidas políticas de emergencia democrática, que podrían inaugurar una fase de transición democrática y un proceso constituyente popular soberano, debe organizarse un debate político nacional, democrático y transparente entre el pueblo.

Es al final de este debate, libre y sin trabas, cuando el pueblo argelino ejercerá su soberanía y decidirá su futuro mediante la elección de una Asamblea Constituyente soberana y representativa de sus aspiraciones democráticas y sociales.

Secretaría Nacional del PST, 15 de mayo de 2021.

 

PST