A la escalada de masacres que, en tan solo dos meses, llegan a 47 casos en diversas regiones del país, debe sumarse la ocurrida la noche del 9 de septiembre, cuando ocho (8) jóvenes, incluyendo un menor de edad, fueron asesinados por la policía, quienes dispararon a quema ropa sobre centenares de manifestantes que protestaban frente a las unidades policiales barriales denominadas Comandos de Acción Inmediata - CAI, por el asesinato del abogado Javier Ordoñez, quien indefenso fue detenido y asesinado a golpes y con choques eléctricos por una patrulla de la policía en las inmediaciones del barrio Villa Luz en la ciudad de Bogotá. Los heridos ya suman mas de doscientos. Las protestas fueron convocadas por redes sociales una vez se conocieron las grabaciones en las que pudo observarse la crueldad y sevicia con la que actuaron los agentes de policía contra Javier Ordoñez.
Esta masacre hace parte de una cadena de asesinatos, agresiones y violaciones sistemáticas a los derechos humanos por parte del cuerpo policial en todo el país. La represión a las movilizaciones populares contabiliza muchos muertos en los distintos puntos de la geografía nacional. Las denuncias ciudadanas a golpizas y violaciones a mujeres, en los mismos CAI, ocurren diariamente. El cuerpo de policía y su comportamiento represivo hace parte de una institucionalidad vertebrada en torno a una política de terror de Estado, oficializada en la doctrina del "enemigo interno" que trae como consecuencia la criminalización y la represión de la legitima protesta social y de la propia movilización cotidiana de los ciudadanos.
El Movimiento Ecosocialista de Colombia rechaza la justificación mediática diseñada por las élites, según la cual, la responsabilidad de los hechos ocurridos en la capital del país debe atribuirse a "vándalos" que deben ser judicializados. Lo anterior, es una falacia que intenta esconder la responsabilidad de la violencia oficial. Nos sumamos a las voces que desde las organizaciones populares y de derechos humanos proponen una reforma profunda de la Policía Nacional, para convertirla en una entidad de carácter civil agregando que una reforma de esas características debe ser tan solo un componente de la modificación integral que apunte a desmontar el terror de Estado y la impunidad que lo acompaña. Compartimos la propuesta de la renuncia inmediata del Ministro de Defensa y del comandante en ejercicio de la Policía de Bogotá.
Las movilizaciones del 9S fueron mayoritariamente juveniles. Grafican no tan solo la rabia en contra de la represión policial, sino igualmente, el repudio a la marginalidad social a la que han sido sometidos millones de jóvenes que carecen de estudio y trabajo. La forma como el gobierno de Duque ha gestionado la pandemia producida por la Covid-19 aumenta ese rechazo juvenil. La entrega de enormes recursos del presupuesto público a los banqueros y a los grandes empresarios, mientras niega recursos a los hospitales, centros de salud y a una población cada vez más empobrecida por la parálisis económica, sintetiza el accionar. El caso AVIANCA es emblemático. El gobierno nacional acaba de autorizar la entrega de 370 millones de dólares a una empresa de aviación quebrada que tiene personería jurídica en Panamá para evadir impuestos, administrada por bancos norteamericanos, sacando los recursos del fondo presupuestal creado para mitigar los efectos sociales de la pandemia, mientras la población experimenta grandes dificultades para conseguir la subsistencia.
El Movimiento Ecosocialista de Colombia comparte la indignación y reconoce la legitimidad social de las protestas que se presentaron el 9 de septiembre en Bogotá y de las que se vienen desarrollando durante las últimas semanas en todo el país para enfrentar tanta injusticia y barbarie. Consideramos que es urgente coordinar esfuerzos entre todos los que estamos interesados en cambiar el actual estado de cosas para unificar reivindicaciones apremiantes tales como, la renta básica universal, el aumento de gasto público en salud, impuestos a las grandes fortunas, planes de empleo y financiamiento a las pequeñas y medianas empresas, el desmonte del ESMAD, entre otros.
El Movimiento Ecosocialista hace un llamado a la solidaridad internacional. Consideramos urgente declarar a Colombia en emergencia humanitaria, dada la escaldad de masacres que vienen sucediéndose en el país en la absoluta impunidad, y la represión indiscriminada que ejecuta la Fuerza Pública como parte de una practica y una política de terror de Estado. Las declaraciones de funcionarios de Naciones Unidas o de las instituciones internacionales responsables del seguimiento de violaciones a los derechos humanos condenando estos hechos, no son suficientes. Se requieren medidas urgentes y de fondo.
Llamamos a las organizaciones sociales, populares, democráticas, y a los ciudadanos que en cualquier parte del mundo, a que entiendan la gravedad de la tragedia humanitaria que padece la población colombiana, y a que manifieste su solidaridad; y en exigir a la comunidad internacional a que tome las medidas acorde con la gravedad de los hechos que vienen ocurriendo en el país.
Que viva la revolución de los pueblos y lxs que luchan!!!
Movimiento Ecosocialista de Colombia
Septiembre 10 de 2020