El próximo sábado 28 de enero del 2023 surgirá una nueva organización política de la izquierda socialista mexicana, como producto de la unificación de la militancia de la Organización Nacional del Poder Popular (ONPP) y de la Coordinadora Socialista Revolucionaria (CSR). Su nuevo nombre se definirá en el congreso mismo.
La historia de la izquierda socialista mexicana, en las últimas tres décadas, ha sido más de divisiones o de ilusionantes unificaciones que casi siempre terminan en nuevas divisiones que desalientan a la militancia y contribuyen a profundizar su atomización. Si por alguna extraña circunstancia en estos momentos nos reuniéramos los militantes o los cuadros de todas las organizaciones de la izquierda socialista y comunista mexicana, difícilmente llenaríamos una sala de 1,500 personas en un país de más de 120 millones de habitantes.
El común denominador que explica el fracaso de dichos procesos de unificación ha sido la falta de consistencia política e ideológica estratégica socialista de las organizaciones, como producto de la incomprensión de la situación política nacional e internacional; la ausencia de acuerdos políticos estratégicos para la acción; de ser inspirados por cúpulas, en pláticas de café, sin la participación de las bases de sus organizaciones y del pueblo; la ausencia de un marco democrático leninista de funcionamiento, el derecho de tendencias y la disciplina a los acuerdos mayoritarios; por el sempiterno caudillismo de sus direcciones y la intolerancia e incapacidad para tratar las diferencias tácticas y secundarias al seno de las organizaciones y, además y conviene subrayarlo, por el enorme peso del oportunismo electoral que ha prevalecido en las últimas décadas al seno de la izquierda mexicana.
Nuestro caso pretende ser diferente. Buscamos partir de sólidos acuerdos en la caracterización de la situación política nacional y de una práctica común al seno de los movimientos sociales en donde participamos. Aunque no desdeñamos la participación electoral, tampoco la hemos hecho el centro de nuestra actividad. Hemos buscado hacer discusiones a nivel de base y no solo entre nuestras representaciones. Coincidimos en la creación de una organización marxista revolucionaria de carácter democrático, internacionalista, antineoliberal, ecosocialista y feminista y que sobre todo para que construya poder popular en los diferentes sectores sociales que forman parte del pueblo mexicano.
Nuestras grandes coincidencias políticas estratégicas no excluyen diferencias tácticas, pero buscaremos resolverlas en un marco respetuoso, democrático y entendiendo que la construcción de un partido revolucionario, de perfil leninista, requiere de una enorme riqueza de debates para encontrar las mejores respuestas a la gran diversidad de problemas que siempre nos planteará la lucha de clases.
El proceso de acercamiento entre la ONPP y la CSR se inició al seno de la Organización Política del Pueblo y los Trabajadores (OPT), donde ambas agrupaciones tuvimos una serie de coincidencias desde el año 2012, y más adelante continuó con la conformación de un frente de organizaciones de la izquierda socialista - a partir de la derrota del bloque neoliberal en el poder y el contundente triunfo de Andrés Manuel López Obrador en julio de 2018 -, denominado Movimiento de Unidad Socialista (MUS), así como en la lucha por la renacionalización de la industria eléctrica, la auditoría del pago de la deuda pública y la lucha por la organización independiente y democrática de los trabajadores del campo y la ciudad. Tenemos en común caracterizar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador como un gobierno capitalista, de corte bonapartista progresivo, que, si bien no rompe con el neoliberalismo, tampoco es igual a los partidos de la derecha neoliberal y asume políticas nacionalistas y heterodoxas en materia social y económica y mantiene una autonomía relativa con respecto a la oligarquía.
En consecuencia, hemos apoyado reformas progresivas como los programas sociales o la recuperación de la soberanía energética, pero somos críticos a su política de continuar pagando la deuda pública ilegítima o la inconsecuencia en resolver diversas demandas y conflictos de la clase trabajadora.
Consideramos que la construcción del MUS hace 3 años, en diciembre de 2019, ha sido un gran acierto en el camino de agrupar a la izquierda socialista mexicana, por lo que nuestra nueva organización no sólo mantendrá su pertenencia dentro del MUS y en los demás espacios frentistas que hemos creado, sino que continuaremos empeñados en profundizar y alcanzar la más amplia unidad de la izquierda socialista mexicana, con el objetivo de conformar una organización política de masas amplia y poderosa capaz de incidir en el rumbo del país, tanto para liquidar el neoliberalismo como para establecer un nuevo régimen democrático y proletario que siente las bases para construir el socialismo.
Aunque nuestro origen ideológico proviene de fuentes diversas del marxismo, ello no implica impedimento alguno para la fusión. Lo más importante es nuestra coincidencia en el qué hacer ahora y dentro de una perspectiva estratégica. Además, no es una noticia nueva este tipo de fusiones. En Portugal fue exitosa la conformación del Bloque de Izquierda (Bloco de Esquerda) resultado de la fusión de dos organizaciones de diversas tendencias, lo mismo sucede con la conformación del Partido del Socialismo y La Libertad (PSOL) en Brasil. En Filipinas una escisión del Partido Comunista, no troskista, se integró a la IV Internacional. Existen más ejemplos. Por lo que, considero que una de las tareas de la nueva organización será el impulso de un movimiento internacionalista de la izquierda socialista revolucionaria de todo el mundo y en particular de América Latina.
La unificación de la ONPP y la CSR implicará diversos cambios organizativos en el trabajo, militante y social que realizamos. A la nueva organización se integrará un poco más de medio centenar de integrantes de la CSR, y la ONPP aportará más de un centenar. La ONPP continuará existiendo como un frente de organizaciones sociales en la cual participaremos, pero la nueva organización política estará integrada por la militancia conjunta de ambas organizaciones.
Nuestra nueva organización se mantendrá fiel a los principios del marxismo. En ausencia de una alternativa ecosocialista, basada en la autoorganización de los de abajo, la máquina infernal del gran capital seguirá girando fuera de control en todo el planeta. Como internacionalistas y anticolonialistas, nuestras esperanzas se nutren de las movilizaciones feministas y contra la dictadura en Irán, de las huelgas salariales en Inglaterra, de las manifestaciones por la democracia en China, de las luchas sindicalistas y contra el racismo en Estados Unidos y la lucha en contra de la nueva dictadura en Perú.
Con la IV Internacional se mantendrá la pertenencia y la colaboración estrecha. Participaremos en sus reuniones, debates y actividades, pero no será obligatoria la afiliación individual y buscaremos avanzar en la construcción de una internacional que agrupe a las fuerzas marxistas revolucionarias de todo el mundo.
En el 2023 iniciaremos la edificación de una nueva organización política con la esperanza de reagruparnos en un partido único con todos aquellos que estén comprometidos con una perspectiva socialista, no somos una izquierda gestora del sistema. Buscamos ser una organización convencida de que no podemos acabar con la explotación, la opresión y la destrucción de los ecosistemas sin superar el capitalismo neoliberal y rapaz y sin una transformación revolucionaria de la sociedad. Buscamos crear una organización en diálogo y debate, sin sectarismos, con otras corrientes del movimiento social. Estamos abiertos a la integración de nuevas organizaciones y la afiliación individual. Queremos que nuestra unificación sea un punto de partida y no un fin en sí mismo. Por esto, este proyecto es más pertinente que nunca.
Hoy buscamos renovar el hilo de la construcción de un partido útil para los explotados y los oprimidos.
Fuente : Punto de Vista Internacional.