Dos años de guerra, un punto de vista feminista ucraniano

Tras 2 años de guerra, ¿cómo veis la situación en Ucrania?

En los dos últimos años la sociedad ucraniana ha experimentado cambios drásticos en su modo de vida y sus visiones. Esta transformación también es evidente entre las activistas feministas y las mujeres en general. La guerra ha suscitado un debate sobre si los movimientos feministas deben ser claramente antimilitaristas. En un momento en el que las ucranianas se enfrentan a la amenaza de la aniquilación física, la postura antimilitarista de algunas feministas occidentales parece un privilegio, ciego ante las amenazas y peligros reales a los que se enfrentan a diario las mujeres ucranianas. Las feministas ucranianas han adoptado un mensaje clave en estos tiempos difíciles: Ucrania necesita armas. Necesita armas defensivas, como sistemas de defensa aérea para proteger sus cielos de los constantes ataques con misiles rusos que devastan las ciudades ucranianas y matan a civiles, así como armas ofensivas para recuperar los territorios ocupados por el agresor. La guerra ha afectado a todos y todas en Ucrania. Aunque algunas regiones parecen "normales" y libres de hostilidades directas, persisten los ataques con misiles y las amenazas constantes de Rusia. Casi todo el mundo tiene un familiar sirviendo en el ejército o ha perdido a alguien a lo largo de los años. Las y los ucranianos se ven obligados a hacer frente a traumas personales y colectivos, a la incertidumbre sobre el futuro, a las amenazas militares diarias y a las dificultades cotidianas, al tiempo que muestran su capacidad de resiliencia y solicitan apoyo y ayuda internacionales.

Por desgracia, en los dos últimos años el interés general por Ucrania ha decaído, mientras que los retos a los que se enfrenta la sociedad ucraniana no han disminuido. Estos retos siguen existiendo o están evolucionando hacia nuevas formas. Los problemas van desde cómo satisfacer las necesidades de miles de personas desplazadas de las ciudades situadas en primera línea hasta cómo suministrar electricidad a las ciudades durante el bombardeo de las infraestructuras energéticas. Las y los ucranianos deben demostrar constantemente flexibilidad, creatividad y resiliencia para hacer frente a los nuevos retos que plantea la guerra.

Las feministas, como toda la gente ucraniana, se han visto obligadas a adaptarse a los nuevos roles y retos que plantea la guerra a gran escala. Muchas feministas sirven en el ejército o se ofrecen como voluntarias para cubrir las necesidades del frente. Las organizaciones de mujeres de Ucrania prosiguen su labor, ahora también respondiendo a las necesidades derivadas de la guerra, como ayudar a las personas desplazadas internas y resolver otros retos. Las necesidades de las mujeres en la sociedad ucraniana han aumentado considerablemente. La inseguridad económica y social va en aumento, en paralelo con la pérdida de puestos de trabajo. Muchas mujeres han perdido su casa y su trabajo, y han tenido que arreglárselas solas cuando sus maridos han sido movilizados al frente.

Ucrania sigue sin tener voz reconocida en muchos debates internacionales. A menudo la comunidad internacional la priva de medios para actuar y la considera una zona de influencia de la OTAN o de Rusia. Las y los ucranianos deben luchar no sólo por su supervivencia física, sino también por el derecho a representarse a sí mismos y a defender sus intereses, preservando continuamente su libertad de acción. Estas cuestiones también conciernen a las feministas ucranianas, que no sólo deben pensar en su supervivencia y prestar ayuda en el país, sino también enfrentarse a las incomprensiones y actitudes a veces paternalistas de las feministas occidentales.

Sin embargo, también se han producido cambios positivos para la sociedad feminista ucraniana. En junio de 2022, el gobierno ucraniano ratificó el Convenio de Estambul para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Esta había sido una de las principales reivindicaciones de las feministas ucranianas durante varios años, y un paso hacia una mayor integración de Ucrania en la UE. Además, las mujeres soldado ucranianas defienden activamente sus derechos en el ejército, lo que ha provocado cambios en la organización militar y adaptaciones para satisfacer mejor las necesidades de las mujeres. La percepción del feminismo en Ucrania está cambiando. La sociedad empieza a dejar de considerar a las mujeres activistas a través de estereotipos. Está surgiendo una representación colectiva de mujeres activistas militares, activistas que abren refugios y ayudan a resolver problemas humanitarios y mujeres voluntarias, entre otras. Este cambio está ayudando a crear nuevos vínculos con los aliados y a cambiar la percepción general del feminismo.

¿Cuál es la situación de vuestra asociación y de sus proyectos?

Con el comienzo de la invasión rusa a gran escala, el Taller Feminista se vio obligado a ampliar su ámbito de actividades. La guerra a gran escala no sólo amplificó los problemas sociales existentes, sino que también creó nuevos retos, que nos empujaron a poner en práctica nuevas orientaciones. Nuestro equipo ha creado Respuesta a la Crisis, cuya principal tarea es ayudar a las mujeres y los niños afectados por la guerra. Uno de los sectores de la población a los que nos dirigimos son las personas desplazadas internas. Hemos visto que las personas obligadas a abandonar sus hogares necesitan seguridad, apoyo, comunicación, ocio, autorrealización y desarrollo. Estas necesidades son fundamentales y esenciales para la vida humana. Por eso creamos los refugios, espacios seguros que ayudan a fomentar la confianza en la comunidad, aumentar la cohesión social e implicar a las y los desplazados en la vida de la comunidad. Desde su creación, los refugios han acogido a 80 personas, algunas con sus mascotas (tres gatos, dos ratas y dos perros). Al principio, creamos tres refugios, y hoy uno de ellos sigue funcionando activamente. Rápidamente nos dimos cuenta de que las mujeres y los niños afectados por la guerra no sólo necesitaban alojamiento, sino también un apoyo complejo para superar sus experiencias traumáticas y vivir la vida plenamente. También proporcionamos ayuda individual para resolver los problemas cotidianos a los que se enfrentan las y los residentes del refugio. Otro aspecto importante de nuestro apoyo ha sido la organización de grupos para los hijos e hijas de las desplazadas internas, un programa de apoyo a ancianas con bajos ingresos, cursos de alfabetización digital y apoyo psicológico a la comunidad. Y esta lista no es completa.

A pesar de los esfuerzos activos de nuestra organización para hacer frente a los retos de una invasión a gran escala, los nuevos desafíos están provocando gastos imprevistos, como la compra de generadores para mantener la oficina en funcionamiento durante los ataques a la infraestructura energética del país. Encontrar financiación para nuestras actividades actuales y nuevas resulta cada vez más difícil. La imprevisibilidad y complejidad de la planificación de nuestras actividades, la dificultad de responder a las peticiones de las contrapartes occidentales durante una invasión a gran escala y el agotamiento general contribuyen a hacer de la recaudación de fondos un reto adicional.

¿Cuáles son vuestras esperanzas para 2024?

La esperanza es un privilegio que no podemos permitirnos durante una invasión a gran escala. Hay acciones concretas y apoyo que necesitamos y exigimos. Como organizaciones feministas ucranianas trabajando para defender los derechos humanos y ayudar a las mujeres a superar las consecuencias del conflicto armado, conocemos a fondo el contexto y las necesidades actuales de nuestro público, así como las mejores formas de proporcionar esta ayuda. Sin apoyo financiero, informativo y humanitario, no podremos trabajar de forma sistemática y generar cambios. No sólo esperamos que Taller Feminista continúe sus actividades y disponga de recursos financieros y humanos suficientes: luchamos constantemente por ello. También estamos cansadas de que se nos excluya de los debates sobre posibles formas de ayudar a las mujeres ucranianas. Este año es crucial para que hagamos oír la voz de las feministas ucranianas en las plataformas internacionales, defendiendo sus necesidades y exigiendo su derecho a tener voz en las discusiones mundiales. En general, sólo queremos sobrevivir en 2024, en todos los sentidos de la palabra. Y, como toda la gente ucraniana, creemos en nuestro objetivo principal y luchamos cada día para conseguirlo: la victoria de Ucrania y el fin de la agresión rusa.

 

01/02/2024

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

 

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