El Seminario Internacional de Mujeres 2021 de la Cuarta Internacional

El Seminario Internacional de Mujeres 2021 de la Cuarta Internacional, se celebró los días 10/11 y 17/18 de julio. Mientras que los seminarios anteriores eran albergados en el IIIF Ámsterdam, la pandemia hizo inevitable que esta sesión fuera un evento totalmente virtual.

Esto tuvo un importante efecto positivo al permitir que más mujeres que en seminarios anteriores, pudieran participar —más de 100 se registraron y en cada sesión hubo más 75 participantes activas. Fueron representadas 35 organizaciones de 26 países en las Américas, Europa Occidental, África del Norte y Asia.1

En nuestro seminario previo con mejor asistencia en 2019, solo pudimos recibir a 40 participantes de 20 países (23 organizaciones) dados nuestros limitados recursos, en particular los financieros para el viaje de camaradas del Sur Global. 

En esa ocasión notamos que esa asistencia excepcional fue reflejo de un nuevo ascenso del movimiento de las mujeres en los años previos; de hecho, el seminario de 2019 nos permitió producir la resolución “El nuevo ascenso del movimiento de mujeres” adoptado en la reunión de 2021 de nuestro Comité Internacional (la reunión del 2020 se canceló a causa de la pandemia).

Para el seminario del 2021, no teníamos el objetivo de producir resoluciones o textos específicos, sino el explorar temas que han surgido durante las discusiones alrededor de dicha resolución previa, y las que aparecieron en nuestras experiencias en los movimientos, luchas y campañas en nuestros países.

El trabajo del seminario se limitó a cuatro sesiones de solo tres horas cada una, para poder incluir al máximo de camaradas posibles de diferentes husos horarias. En esas tres horas, incluimos la presentación del tema, discusión en grupos por idioma y una discusión plenaria la cual, como la presentación, fue interpretada en nuestros tres idiomas de trabajo (castellano/español, inglés, y francés).

Una serie de reuniones de una comisión representativa determinó los cuatro tópicos del seminario, los cuales se desarrollaron por grupos de trabajo compuesto por 4 o 5 camaradas de diferentes países y esferas de idiomas.

Una parte importante del trabajo de estos grupos fue el encontrar los materiales de lectura que trajeran diferentes puntos de vista sobre el tema —lo que significó buscarlos y traducirlos para ofrecerlos a todo el seminario.

El primer tema escogido fue “¿Qué entendemos por el papel estratégico de un movimiento autónomo de mujeres como sujeto político, y cómo se expresa en la acción?”-

Esto resume una importante posición programática de la Cuarta Internacional que hemos desarrollado desde los 1970 y adoptamos en nuestra Resolución de 1979 “La revolución socialista y la lucha por la liberación de la mujer”. En el marco del desarrollo espontáneo del movimiento de mujeres, aprendido de la experiencia de la Revolución Rusa, que, para ese momento solo estaba 60 años en el pasado —casi el mismo lapso que hoy nos separa de 1968— y la rápida reversión de las conquistas bajo la contrarrevolución estalinista, por un lado, y por el otro de las luchas anticoloniales por la liberación nacional, cuando los pueblos colonizados luchaban por su liberación. Abordó la experiencia de mujeres involucradas en la radicalización estudiantil en todo el mundo de la época y la necesidad de un movimiento de mujeres que peleara por sus necesidades e intereses, independientemente del interés de cualquier gobierno, partido o sindicato y que, al mismo tiempo luchara por los intereses de las mujeres más oprimidas y explotadas, lo que necesariamente le daría un carácter de lucha de clases. Nuestra discusión confirmó que, en el contexto de luchas democráticas más amplias, las mujeres organizándose por los intereses de las mujeres son una fuerza poderosa para la unidad de la clase trabajadora, lo que es de una importancia estratégica en la batalla por cambiar la sociedad. También anotamos que las nuevas formas de lucha del movimiento de mujeres, tales como la huelga feminista y de mujeres, reivindicando el derecho de las mujeres a usar esta herramienta tradicional, transformándola y democratizándola, y la organización de las mujeres en los territorios tradicionales de las comunidades son una reafirmación de su autonomía y presencia de las mujeres como actriz política.

Por supuesto que cuando hablamos de movimiento de mujeres, éste es un movimiento inclusivo que abarca a todas las mujeres y reconoce la experiencia de discriminación y opresión de todas las mujeres, al mismo tiempo que pone sus miras en cuestionar a aquellas que golpean con mayor fuerza a las más oprimidas y explotadas, lo que debe referirse especialmente a las mujeres que sufren de discriminación y marginalización por ser negras, indígenas o racializadas.

En este contexto, nos enfocamos en una forma particular de exclusión que se ha vuelto particularmente polémica dentro del movimiento de mujeres, empezando en ciertas partes del mundo de habla-inglesa, pero que, desafortunadamente, se está expandiendo: la exclusión de las mujeres trans. Nos preguntamos entonces “¿Cómo y por qué somos trans-incluyentes?” La Cuarta Internacional siempre ha sido trans-incluyente en su práctica, por ejemplo, en los espacios para mujeres en sus campamentos de juventud, y planteando esta posición en su reciente resolución. Sin embargo, reconocemos que este asunto debe seguir discutiéndose y es tema que requiere una explicación pedagógica, y que permitir que se convierta en un tema polémico y excluyente dentro del movimiento sólo puede ser perjudicial en nuestro objetivo de construir el movimiento feminista y de mujeres tan amplio como sea posible. Examinamos el papel de la extrema derecha en orquestar dichas divisiones y comenzamos a mirar el rol de las personas trans tanto en el mercado de trabajo como en la reproducción social para fortalecer las bases teóricas de nuestra postura.

La cuestión de las alianzas en la construcción del movimiento fue el tema del tercer día de nuestro seminario: Dificultades en forjar frentes unitarios en los movimientos de mujeres y feministas: ultraizquierdismo, intolerancia, alianzas interclasistas, ¿cómo?” Abordamos los obstáculos involucrados, el primero de ellos relacionado con cómo las mujeres están situadas de manera diferenciada en la sociedad, incluyendo su posición de clase; la discriminación racial; sus distintas cosmovisiones, prioridades, y situaciones migratorias; y también sus diferentes demandas, así como el sectarismo y las tácticas vanguardistas en cuanto a orientación política.

Destacamos que, a pesar de estas dificultades, las alianzas con otras fuerzas tanto dentro como fuera del movimiento de mujeres, tales como sindicatos, organizaciones comunitarias y rurales, o partidos políticos, puede establecerse alrededor de un objetivo específico —a veces encapsulado en un cambio legislativo— o durante un momento específico, y que éstas son importantes para construir al movimiento y habilitar un diálogo con mujeres que podrían entrar al movimiento en esos momentos. Se dieron ejemplos de alianzas alrededor de la legislación de los derechos al aborto en Argentina; la lucha contra la represión en Puerto Rico, la violencia feminicida en distintos países, el extractivismo en Ecuador y el gobierno de Bolsonaro en Brasil; a favor de la vivienda digna en el Estado Español, el derecho a la pensión en Suiza, o en la protesta contra la inauguración de Trump junto con simpatizantes de Hillary Clinton.

También señalamos que necesitamos explorar con mayor detalle cómo contrarrestar a las fuerzas que dentro del movimiento tratan de excluir a otros sectores de mujeres de la lucha, por ejemplo al etiquetarlas como no-feministas, y a pequeños grupos vanguardistas que imponen tácticas violentas en manifestaciones pacíficas, alejando así a mujeres que les gustaría ir con sus hijas, o mujeres mayores, o mujeres con discapacidades que tal vez no sean capaces de lidiar con situaciones violentas.

Una de las divergencias estratégicas cruciales en el movimiento, entre feministas reformistas y revolucionarias reside, por supuesto, en la relación con el estado y el grado en que podemos confiar que las instituciones estatales actuarán en interés de las mujeres. En las sociedades de hoy planteamos demandas al estado con el objetivo de alcanzar alguna mejora real y medible en la situación de las mujeres, pero no tenemos ilusiones de que esto sea suficiente. Este fue el tema del cuarto día, especialmente en relación con cómo lidiar con la violencia en contra de las mujeres en sus distintas formas: “¿Qué alternativas para combatir la violencia contra las mujeres: despatriarcalización institucional, autoresolución de conflictos, leyes preventivas / punitivas en contra de la violencia?” ¿Llamamos a un incremento de la represión estatal a través de sentencias de cárcel, podemos confiar en otras ramas del aparato estatal, incluso cuando su rol no sea inmediatamente represivo (trabajadoras sociales)?

Este debate también planteó la cuestión de cómo las organizaciones de izquierda y sindicales lidian con incidentes de acoso sexual y sexista dentro de sus propias filas y la necesidad de hacerlo y que se vea par mantener credibilidad como organizaciones que luchan por el bien común.

Estos debates, ricos y fascinantes, no pudieron desarrollarse tanto como hubiéramos querido. El limitado tiempo disponible, dada la necesidad de incluir muchas zonas horarias, la falta de reuniones físicas alrededor de un café y una cena, o trabajar en el mismo equipo de cocina como lo hacemos en nuestro Instituto, obviamente reducen la interacción. En particular, muchas participantes sintieron que no estaban suficientemente conscientes del contexto desde el cual otras hablaban. Sin embargo, la necesidad de traducir todo el material en los tres idiomas hizo que fuéramos renuentes a pedir informes escritos por país sin poder garantizar su accesibilidad.

La evaluación general es abrumadoramente positiva por el número de asistentes y la participación en la discusión, especialmente en los grupos por idiomas. Todas lamentamos las limitaciones y esperamos encontrar formas en el futuro que combinen el uso de las herramientas en línea que nos permitan una participación más amplia, con las reuniones físicas que generan una interacción más profunda, para continuar con nuestro trabajo de elaboración tanto en estos como muchos otros temas.

  • 1Argentina (DS, Marabunta), Bélgica (SAP/LCR), Brasil (Comuna, Insurgencia, MES, Subverta), Reino Unido (Anti*Capitalist Resistance, SR), Ecuador (Red Feminista Ecosocialista), Francia (SFQI), Alemania (ISO), Grecia (TPT), Irlanda (RISE), Italia (Fuori Mercato, Sinistra Anticapitalista), Japón (JRCL), Martinica (GRS), México (CSR, PRT), Marruecos (Al Mounadil), Países Bajos (SAP), Pakistán-Cachemira (AKWP), Portugal (Rede Anticapitalista, Toupeira Vermelha), Puerto Rico (DS), Quebec/Canadá (Gauche Socialiste), Estado español (Anticapitalistas), Sri Lanka (Left Voice), Suecia (SP), Suiza (Solidarités), Túnez (antes LGO), Turquía (SDiY), EE.UU. (Socialist Resurgence, Solidarity, Reform and Revolution).

Penelope Duggan