Declaración adoptada por unanimidad.
En el pasado mes de mayo la lucha nacional del pueblo Tamil sufrió una derrota total a manos del gobierno de Sri Lanka. Esta derrota, producto de la “guerra contra el terror”, fue la más profunda que haya sufrido una lucha de liberación nacional desde hace muchos años. Es una derrota no solamente para el pueblo Tamil sino para toda la izquierda y las fuerzas progresistas en Sri Lanka.
Durante los dos últimos meses de la guerra, las fuerzas armadas enviaron ataques aéreos y terrestres, sin blanco fijo y sin consideración alguna, matando 40 000 civiles especialmente mujeres y niños.
Mahinda Rajapaksa fue reelegido en el mes de julio pasado, no tiene ninguna intención de resolver la cuestión nacional Tamil para la cual el pueblo Tamil ha combatido desde varias décadas.
Después de la guerra, casi 300 000 civiles tuvieron que huir de la zona de guerra y fueron encerrados en campos cercado con alambrada de púas. Estas personas desplazadas en el interior del país (IDP), les permitieron volver a sus casas desde el mes de diciembre pero el gobierno de Rajapaksa no les dio medios para realmente regresar. La población sigue esperando una ayuda financiera, alimenticia, médica y sanitaria. Hoy en día sigue quedando alrededor de 100 000 civiles en los campos.
Por otra parte, el gobierno Rajapaksa utiliza una represión brutal para callar a los oponentes y los medios de comunicación. Hay 12 000 presos políticos encerados algunos desde hace años sin ninguna encuesta legal, la mayoría de ellos son Tamules. Veinte periodistas fueron matados durante los tres últimos anos. Muchos periodistas huyeron del país porque temían por su vida.
El gobierno tiene que dar una respuesta política seria a la cuestión nacional Tamul y la primera etapa debería ser compartir el poder.
Pedimos que:
- Todos los presos políticos sean liberados sin condiciones.
- Que el gobierno de Sri Lanka autorice la libertad de los medios de comunicación.
- Que el gobierno de Sri Lanka asegure a las personas desplazadas el retorno y unas buenas condiciones de vida.
Felicitamos a nuestros camaradas del NSSP por la postura valiente que han adoptado, y que mantienen, frente a la represión del estado sinhala, y lamentamos que algunos en la izquierda internacional no pudieron brindar un mayor apoyo a esta lucha.