A nivel nacional, se han reconocido formalmente los derechos de los pueblos indígenas, pero todavía no es así en la nueva Región Autónoma del Mindanao Musulmán. Están amenazados por las opciones de desarrollo económico adoptadas por los empresarios moros. Todavía tenemos que expresar nuestra solidaridad con ellxs.
El NPA mantiene desde hace tiempo vínculos de solidaridad con movimientos muy activos y comprometidos de la gran isla de Mindanao, en el sur del archipiélago filipino. Hubo muchos intercambios en encuentros internacionales y activistas filipinxs visitaron Francia en más de una ocasión. Esta solidaridad siempre se dirigió en particular a los pueblos indígenas tëduray y lambangian. Estos pueblos viven generalmente en zonas montañosas, pero a veces también en la costa. Sus territorios forman ahora parte de la Región Autónoma Bangsamoro del Mindanao Musulmán (BARMM). La creación de esta nueva entidad administrativa puso fin a décadas de conflicto por el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las poblaciones musulmanas discriminadas. Un importante punto de inflexión en la historia del país. Por desgracia, los derechos de otras minorías oprimidas no se formalizaron antes de la creación de la BARMM.
Capitalismo turístico y extractivista
La región autónoma musulmana está dirigida por el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI). En la actualidad, ha adoptado un modelo de desarrollo basado en la promoción del turismo comercial, el extractivismo (minería, petróleo) y la explotación de los bosques. Los territorios ancestrales de lxs lumades son así objeto de la codicia de poderosos empresarios moros que gozan del apoyo de las autoridades. Hubo tragedias porque las comunidades lumades fueron desplazadas por la fuerza a zonas peligrosas y fueron víctimas de catástrofes humanitarias (desprendimientos de tierras tras lluvias torrenciales y deforestación).
En el pasado, toda una red de asociaciones (MiHands) luchó por la solidaridad entre los "tres pueblos de Mindanao": moros, cristianos y lumades (de diversas confesiones) y por el reconocimiento de los derechos de lxs musulmanes y los pueblos indígenas a la autodeterminación. Lxs lumades propusieron al FMLI que la delimitación de los territorios ancestrales de cada uno se llevara a cabo de mutuo acuerdo durante la lucha que precedió a la creación del BARMM, cuando formaron un frente común frente a los abusos del ejército filipino. Esto no ocurrió, y el precio que tienen que pagar hoy por ello es muy alto.
Necesaria la solidaridad entre los tres pueblos
Mindanao alberga muchos tipos diferentes de grupos armados. Lxs Lumades Tëduray y Lambangian cuentan a menudo con fuerzas de autodefensa. Sin embargo, no participan en una "lucha armada", ya que se trata de autodefensa. Se ven amenazadxs por poderosas milicias privadas de individuos adinerados, organizaciones criminales y las fuerzas armadas gubernamentales, en las que se están integrando unidades del FMLI. La red MiHands sigue apoyándoles, al igual que a las comunidades populares cristianas y moras, víctimas también de un capitalismo agresivamente depredador y totalmente indiferente a la crisis climática, cuyas consecuencias sufren cada vez más lxs habitantes del archipiélago. ¡La solidaridad entre los "tres pueblos" está más vigente que nunca!
Desde hace quince años, el ESSF lleva a cabo campañas de apoyo financiero a movimientos asiáticos, como MiHands en Mindanao. Obviamente, la atención internacional se centra ahora en Palestina. El reto al que nos enfrentamos es garantizar la continuidad de la solidaridad con nuestrxs camaradas de Asia. A continuación se incluye un enlace a un artículo mucho más detallado sobre la situación de Lumad Tëduray y Lambangian, con todos los detalles sobre el apoyo financiero.