A finales del mes de abril del 2009, el gobierno peruano reprimió brutalmente a los pueblos de la selva peruana que se sublevaron en contra de los decretos que permitían le explotación petrolera de sus tierras ancestrales, en el marco del tratado de libro comercio entre estados unidos y Pero. La « matanza de Bagua », conocida con esa denominación, costo la vida a unas 50 personas y las consecuencias de ese masacre sobre los pueblos de esa región siguen siendo/haciéndose sentir. Una de ellas, la persecución judicial en contra de Alberto Pizango, dirigente indígena de la asociación interétnica de desarrollo de la selva peruana (AIDESEP). Actualmente exiliado en Nicaragua, le esta prohibido regresar a su país, y tampoco puede moverse fuera de Nicaragua, puesto que esta amenazado de encarcelamiento, bajo la orden de Interpol.
El XVI congreso de la IV internacional manifiesta su total sostén al derecho de los pueblos indígenas sobre sus tierras y exige la suspensión de las acusaciones y de las procedurads politiqueas en contra de Alberto Pizango, además de su derecho al retorno a su país en toda libertad.