El Congreso mundial de la Cuarta Internacional reafirma un enfoque común sean las que sean las diferencias de análisis de los procesos de restauración del capitalismo en los regímenes con direcciones burocráticas que han usurpado la palabra socialismo.
Siempre hemos apoyado las luchas de los trabajadores y de los pueblos, ayer contra las dictaduras stalinistas, por ejemplo en Hungría, en la RDA, en Checoslovaquia, en Polonia, en la ex-URSS, en China.
De la misma manera apoyamos las resistencias de los pueblos, de los trabajadores y de los campesinos de esos mismos países frente a los efectos de la restauración capitalista que se está llevando a cabo.
En nombre de los derechos a autoorganizarse, a la autogestión obrera, a la democracia, hemos combatido siempre los regímenes burocráticos que pretendían ser socialistas y mantenían la opresión de sus regímenes contra los pueblos y los trabajadores.
En nombre de esas exigencias y principios llamamos a resistir contra los discursos y las políticas dominantes que han acompañado la globalización capitalista en Europa del Este, en la ex-URSS y en China. Rechazamos y denunciamos las políticas de los regímenes burocráticos llamados socialistas cuya lógica es la degradación de los adquisitos sociales, una mercantilización y privatización generalizada de los medios de producción y una agravación de la explotación de los trabajadores. Asimismo, rechazamos la valoración nostálgica como “socialistas” de dictaduras de partido único, y la seudo–defensa de conquistas sociales subodinadas a poderes que pronuncian discursos nacionalistas y populistas hostiles a la mundialización y de ese modo esconden sus privilegios y sus relaciones de opresión.
Combatimos en todas partes el deterioro de las conquistas y derechos sociales, apoyando sin condiciones todas las resistencias contra las regresiones sociales de los Estados que llevan a cabo esas políticas, lleven la etiqueta que lleven, como sucede particularmente en China.
Rechazamos también la otra forma que puede tomar, sobre todo en China, esta misma política, encubiertas por un discurso seudo modernizador y de apertura a las reglas impuestas por la OMC, en nombre de un llamado “socialismo de Mercado” –que significa en realidad la superexplotación de los trabajadores con el objetivo de producir a bajo coste para el Mercado mundial y enriquecimiento de la nueva burguesía china.
La Cuarta Internacional piensa que es esencial el seguir y profundizar nuestros vínculos y relaciones con todas las resistencias contra la globalización capitalista, particularmente las que tienen lugar en la ex-URSS, en Europa del Este y en China:
- El análisis crítico radical de los regímenes que han dominado hasta hoy en nombre de los trabajadores.
- La refundación de un proyecto socialista verdadero sobre la base de una democracia individual y colectiva que está por inventar, vinculada a todas las luchas de resistencia contra los órdenes opresivos: la experiencia demuestra hasta qué punto en todos los continentes las recetas neoliberales no han permitido la emergencia de un Nuevo orden mundial de progreso y democracia sino un capitalismo salvaje, cargado de regresiones sociales, que va amenazando al planeta con sus guerras.
La Cuarta Internacional impulsará a todas esas organizaciones del movimiento social para que establezcan estrechos vínculos de solidaridad con los pueblos y los trabajadores de esos países.
A las asociaciones de jóvenes, de mujeres y también a los sindicalistas les incumbe contribuir a la formación de nuevas organizaciones sindicales y al desarrollo de sus reivindicaciones frente a las privatizaciones, a las condiciones de trabajo, a los despidos impuestos por las multinacionales, a los burócratas y a los nuevos burgueses.
El movimiento altermundialista debe contribuir en la toma de conciencia común y a la solidaridad internacional en la acción contra un capitalismo globalizado.
Además, el Congreso mundial mandata al próximo CEI para que organice la continuación del debate (interno y externo, en las revistas de la Internacional y de sus secciones) sobre las cuestiones teóricas y programáticas que plantean las revoluciones de este siglo, el estalinismo y la restauración capitalista.