Ni "unión nacional" ni utilización racistas: nuestra rabia, nuestras solidaridades

El NPA tuvo conocimiento con horror, el viernes 16 de octubre, del asesinato por decapitación de Samuel Paty, profesor de colegio en Conflans-Sainte-Honorine. Expresamos todo nuestro apoyo a su familia, amigos, estudiantes y colegas, y más en general a todo el personal educativo, sin duda conmocionado por este crimen atroz.

El NPA obviamente condenó este acto despreciable e insistió en que nada puede justificar tal asesinato. Este horrible crimen nos recuerda que el mundo cada vez más violento en el que vivimos, lleno de guerras, opresión, desigualdad y miseria, es un caldo de cultivo para las ideas más reaccionarias y mortíferas, como la ideología yihadista, portadora de un proyecto social al que nos oponemos tanto como a los proyectos de extrema derecha occidentales.

"Enemigos de la República"
Como era de esperar, sobre todo teniendo en cuenta la experiencia de los atentados de 2015, un discurso de odio y división se impuso inmediatamente en la arena pública, impulsado por la extrema derecha y la ultraderecha, así como por los miembros del gobierno de Macron-Castex. En efecto, este último ha optado por participar en la explosión de islamofobia, estableciendo desde el primer día un vínculo entre, por una parte, la tragedia de Conflans-Sainte-Honorine y, por otra, su proyecto de ley sobre el "separatismo", cuya lógica es reforzar aún más la equiparación entre musulmanes, fundamentalistas y terroristas.

Se multiplican las declaraciones belicosas, en particular en boca de Gérald Darmanin, omnipresente en los medios de comunicación, cuyas numerosas declaraciones no tienen nada que envidiar a la bajeza de la extrema derecha. Más allá de las declaraciones, las primeras decisiones adoptadas por el Ministro del Interior apuntan también en la dirección de la radicalización islamófoba: propuesta de disolución de asociaciones como el Colectivo contra la Islamofobia en Francia, registros de mezquitas y casas de imanes que, según el propio Darmanin, "no están necesariamente relacionados con la investigación" pero a los que se trata de "hacer llegar un mensaje", etc.

"Ni un minuto de respiro para los enemigos de la República", dijo el ministro del Interior sobre los registros o las asociaciones que le gustaría ver disueltas, lanzando un oprobio colectivo sobre muchos individuos y organizaciones que no tienen nada que ver con el crimen de Conflans-Sainte-Honorine, y preparando el terreno para una ofensiva más general contra todos aquellos que se niegan a encajar en su molde "republicano". Lejos de ir en contra de la explosión de odio islamófobo que presenciamos desde el viernes pasado, las autoridades contribuyen a él asimilando a musulmanes, fundamentalistas y terroristas, reforzando las fracturas en las que prosperan los diseminadores de odio y las ideologías ultra-reaccionarias, con el riesgo de alentar los atentados del mañana.


Contra su unidad nacional, nuestra solidaridad


Desde la tragedia, Emmanuel Macron y Jean-Michel Blanquer también juegan al quién da más, en particular redoblando las declaraciones de amor a los profesores, a los que sólo desprecian el resto del tiempo, y alabando el papel esencial de la escuela, que no han dejado de destruir en los últimos años. Es difícil, pues, no indignarse ante la hipocresía de un hombre blanco que defiende la libertad de expresión de los docentes cuando se sabe hasta qué punto se lleva a cabo una caza de los profesores díscolos en el sistema de la Educación Nacional, como los cuatro profesores de Melle que fueron castigados por haberse movilizado contra la reforma del bachillerato.

Reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la libertad de expresión y la libertad pedagógica de los profesores, y nuestra total solidaridad con la familia, los amigos y los colegas de Samuel Paty, y más en general con todo el personal docente, que está duramente afectado por este asesinato. Por ello, el NPA se ha sumado, y seguirá haciéndolo, a las iniciativas para expresar el luto, la ira y la solidaridad tras esta tragedia, al tiempo que rechaza toda lógica de unidad nacional con los falsos amigos de los maestros y los partidarios de una huida hacia delante represiva y una creciente estigmatización de los musulmanes.
 

Para no instrumentalizar la legítima emoción y la rabia por la muerte de Samuel Paty, deberán ir acompañados de una demanda de mayor solidaridad, igualdad y justicia social, así como de un rechazo a todas las amalgamas. Las "respuestas" racistas y securitarias sólo aumentarán las fracturas dentro de nuestra clase, y por lo despejarán aún más al terreno a los fanáticos de todo tipo. Y más allá de eso, contra un sistema podrido y violento, que nos precipita cada vez más, colectivamente, hacia la barbarie, se plantea la cuestión de la construcción de otro mundo, libre de opresiones, de explotación y de todos aquellos que se benefician de ellas.

 

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