Una protesta que comenzó en el Punjab en agosto de 2020 y se extendió por toda la India alcanzó un punto álgido el 26 de noviembre de 2020, cuando la marcha de los agricultores sobre Delhi fue acompañada por una huelga de 24 horas de 250 millones de personas. El movimiento de protesta continúa, y el 26 de Enero, los manifestantes tomaron por asalto el Red Fort de Delhi. Sushovan Dhar, del CADTM y de Radical Socialist India, nos explica los antecedentes.
¿Puede hablarnos de las movilizaciones de los agricultores en la India?
Desde que el partido fascista BJP ganó las elecciones en 2014, esta es la mayor movilización en la India. Supera a todas las demás en términos numéricos y de impacto político. Decenas de miles de campesinos han rodeado la capital india, Nueva Delhi, y planean acampar allí durante semanas o incluso meses hasta que se retiren las leyes anti-campesinas.
Los agricultores piden la derogación de tres leyes del gobierno: La Ley de Promoción y Facilitación del Comercio Agrícola, la Ley de Acuerdo de Garantía de Precios y Servicios Agrícolas y la Ley de Productos Esenciales. Hay una enmienda a la Ley de Productos Esenciales - 14 productos básicos como el arroz, el trigo y el azúcar - que deben ser distribuidos con control de precios por el gobierno.
El gobierno compra los productos a los agricultores a un precio garantizado. Se supone que este precio mínimo de apoyo ayuda a los agricultores a vender sus productos a un precio fijado por el gobierno.
Los manifestantes se oponen al desmantelamiento de esta medida, sobre todo en el norte, en Punjab y en Haryana, porque la ley está desmantelada de facto en la mayoría de las regiones, pero se ha mantenido en estas regiones porque son el laboratorio de la "revolución verde" que quiere el Banco Mundial, para el aumento de la producción agrícola.
También está en cuestión el desmantelamiento del mandi (mercado rural, tradicional, donde se suelen comprar y vender los productos).
Pero hay una crisis más amplia en el sector agrícola desde la imposición de las políticas y la economía neoliberales a principios de los años 90. Un dato llamativo lo ilustra: aparentemente se han producido 400.000 suicidios de campesinos en los últimos 25 años, aunque no hay una cifra verificada, debido al grave endeudamiento de los campesinos. Este endeudamiento se prolonga desde hace treinta años. Se han desmantelado las diversas subvenciones - sobre pesticidas, fertilizantes, agua para el riego, electricidad -.
Tradicionalmente, los campesinos tenían problemas cuando la producción era baja, pero hoy en día también es así cuando es fuerte porque el mercado y el gran capital hacen bajar los precios. En la región que rodea a Calcuta se cultivan patatas a gran escala. En las últimas semanas, todo indica que habrá una cosecha abundante, por lo que los agricultores temen que se produzca una gran caída de los precios.
Los comités creados por el gobierno habían votado a favor de un precio mínimo garantizado, el precio mínimo de apoyo, correspondiente al coste de producción más el 50%. Pero en lugar de aplicar estas recomendaciones, el gobierno suprimió el precio mínimo de apoyo. Estas son las razones de la movilización de los campesinos, en Delhi y en todo el país. Los proyectos de ley sobre la agricultura, así como las nuevas leyes laborales, son intentos de aplicar un programa que cuenta con un amplio apoyo dentro de la gran burguesía. Es la respuesta de la derecha a la crisis agraria.
¿Cómo se organizan?
Hace cuatro años, hubo un comité de coordinación de campesinos en el que participaron doscientas organizaciones campesinas. El comité de coordinación All India Kisan Sangharsh organizó grandes marchas en Delhi, Mumbai y en toda la India en 2018. Ahora, es este comité coordinador el que organiza la mayoría de las acciones, pero también hay muchas movilizaciones espontáneas, con el apoyo de la sociedad civil y las clases medias, especialmente en el Punjab.
Han reunido una impresionante coalición de pequeños y grandes agricultores, e incluso algunas organizaciones de trabajadores agrícolas. También han tenido mucho éxito en la difusión del movimiento.
¿Cuál es el significado político de estas movilizaciones?
Es un reto. Hubo movilizaciones sobre la ciudadanía, las leyes discriminatorias, que han unificado al campo anti-Modi, a la izquierda y a los musulmanes, pero también han homogeneizado el apoyo de la derecha y la extrema derecha al gobierno. Hoy, la movilización de los campesinos es un reto para el BJP. De hecho, la gente que lo había votado se está apartando de él. Actualmente hay movilizaciones obreras, pero son demasiado débiles y están demasiado divididas para enfrentarse al gobierno. El movimiento campesino puede dar confianza y fomentar las movilizaciones de los trabajadores, especialmente de las mujeres.
El movimiento no es revolucionario, pero tiene una dimensión anticapitalista, contra las grandes empresas agroindustriales, la agricultura por contrato, el control de las grandes empresas sobre la tierra; empresas como Pepsi, que tienen contratos individuales con los campesinos y controlan el mercado.
Nuestra esperanza debe provenir del hecho de que la agenda neoliberal sigue enfrentándose a desafíos desde las bases. La fuerza y la debilidad del movimiento y sus posibilidades de éxito dependen de la inquebrantable determinación de los campesinos del Punjab, en su mayoría dirigidos por diferentes organizaciones que se consideran, políticamente hablando, como el más izquierdista de los partidos políticos existentes.
¿Qué perspectivas plantean los socialistas radicales y los militantes de la Cuarta Internacional?
No se trata de una movilización por el poder del Estado, como afirman los maoístas, pero tampoco es un movimiento de campesinos ricos como afirman otros. Es un movimiento en el que la mayoría está luchando por su supervivencia inmediata y a largo plazo y, para la izquierda, es necesario tomar la iniciativa, construir una batalla contra el neoliberalismo y la extrema derecha en la India.
Nuestra orientación debe ser la de profundizar y reforzar el ejemplo de democracia real mostrado por las protestas de los agricultores. De hecho, incluso más que el soborno del Estado por parte del BJP, es la actual debilidad de la respuesta de la clase trabajadora al movimiento de los agricultores lo que constituye la señal más preocupante en el firmamento.
Lo que diferencia estas protestas de otras protestas contra el régimen de Modi es la participación dominante de las fuerzas de izquierda. Muchas de estas fuerzas pueden caracterizarse como la izquierda no parlamentaria. Si bien este hecho abre posibilidades no vistas en protestas anteriores, el sectarismo ideológico de estas fuerzas también limita el potencial de los actuales disturbios.
Por desgracia, la izquierda institucional es débil y la izquierda radical muy sectaria. Este movimiento es también una oportunidad para reforzar la oposición de los agricultores al orden establecido. Durará varios meses; hay que construir la movilización, para organizar un contrafuego ante el giro a la derecha de la sociedad, a la extrema derecha en el poder. Esta movilización nos da la oportunidad de reflexionar y avanzar en la construcción de una verdadera izquierda, una izquierda radical, una nueva izquierda.
Entrevista realizada por Antoine Larrache