¿Vino viejo en botellas nuevas? El Partido Comunista Chino (PCC) celebra su centenario.

A inicios de junio de este año, un mes antes de las celebraciones del centenario del PCC, las autoridades rodearon a un grupo de maoístas, incluyendo a Ma Houzhi quien apenas había sido liberado de diez años de prisión en 2019 por cometer el crimen de organizar un Partido Comunista Maoísta Chino – un intento por revivir la China de Mao.[1]

Al mismo tiempo, Beijing estaba también organizando su represión a la oposición en Hong Kong que está exigiendo sufragio universal. Había prometido vagamente el sufragio universal para Hong Kong en su Ley Básica, pero no tiene ninguna intención de honrarla. Hoy, el PCC aún se declara como el sucesor leal de la gran huelga general de Canton-Hong Kong de 1926-27 (que fue dirigida por el PCC), pero una cosa prueba que no lo es. Una de las demandas centrales del entonces comité de huelga era, ni más ni menos, la exigencia de sufragio universal para Hong Kong.

Simplemente es una tontería describir al PCC o ala China de hoy como “comunista” o “socialista”. Ni siquiera el término “progresivo” es apropiado, a menos que se aplique en el sentido con el que Marx lo usó en su crítica al capitalismo en general- si el capitalismo es de alguna manera progresivo es sólo por su rápido desarrollo de las fuerzas productivas preparando el terreno para la captura proletaria del poder y para reorganizar la sociedad alrededor de los principios de igualdad y fraternidad. Al convertir a China en una tienda de caramelos global, simultáneamente el PCC ha enriquecido a sus dirigentes mientras que industrializaba y urbanizaba el país a un ritmo inédito en la historia mundial. En 1949 la población campesina de China llegaba al 90 por ciento, hoy ha caído al 40 por ciento. En términos de fuerza de trabajo activa, los datos son aún más impresionantes. En 2019, no solo la proporción de fuerzas laborales agrícolas cayeron a un cuarto del total, haciendo la proporción de manufacturas y servicios del 74 por ciento; también cabe destacar es el hecho de que los servicios han crecido significativamente en su proporción a casi la mitad del total (47 por ciento), alcanzando los 360 millones – un patrón cada vez más similar a los países desarrollados.[2] Con tan gran salto hacia adelante a la industrialización el número de la clase trabajadora ha alcanzado los 570 millones. El fantasma de una clase obrera rebelde sigue asustanto al Partido. Gracias a su insistencia en suprimir todas las formas de organización libre bajo su mando, desde 1949 hacia adelante – no, desde 1942- ha sido muy exitoso evitando a este fantasma. A pesar de todos los giros en su línea política, a veces izquierdista, a veces derechista, un solo hilo corre desde el periodo de 1942 a 2021, su naturaleza monolítica y autocrática.

Esto nos lleva a la discusión de los “seis momentos importantes del PCC” abajo, que podrían ser de ayuda para las lectoras a comprender cómo lo que una fue un partido revolucionario de trabajadores degeneró en un partido de burócratas, capitalistas y asesinos, aunque habría que añadir que este partido también promovió la industrialización del país, aunque a una velocidad vertiginosa con costos innecesarios y tremendos.

1921

1921 fue el año en que el PCC se fundó. Antes de 1925 esta un partido muy pequeño con menos de mil miembros. Entonces vino la gran revolución China de 1925-27 cuando millones de trabajadoras y campesinas se levantaron para luchar tanto contra el colonialismo occidental y los señores de la guerra chinos. Esto permitió al joven partido crecer rápidamente, a cerca de 60,000 miembros, de los que la mitad eran trabajadores (el resto eran estudiantes, intelectuales o campesinos). En un punto, el partido, al dirigir tres levantamientos obreros fue capaz de derrocar al gobierno militar de Shanghái y estableció un control real en esta vital ciudad. Irónicamente, los varios miles de miembros del Partido, en vez de luchar bajo sus propias banderas, combatieron bajo la  bandera y disciplina del Kuomintang (KMT- Partido Nacionalista Chino), como resultado de la infame política de “entrar al KMT” dictada por el PCC y la Comintern, a pesar de las protestas del dirigente del partido Chen Duxiu. Esto selló el destino del partido cuando el KMT los apuñaló por la espalda. La revolución perdió, y sus miembros fueron asesinados o perseguidos.

1928

El año de 1928 comenzó con la trágica derrota del levantamiento del PCC en Guangzhou a finales de 1927. A diferencia de levantamientos previous, este fue realizado cuando la revolución ya había sido derrotada. Fue impuesta al PCC por Stalin, que estaba ansioso por generar un levantamiento artificial para salvar el honor de llevar a la revolución china a una enorme derrota. Este levantamiento suicida ayudó al KMT a eliminar más del 90 por ciento de las fuerzas urbanas del PCC. A partir de ahí el partido cambió su base al campo y se transformó en un partido campesino mientras que la proporción de miembros obreros se volvió insignificante. Tanto la estalinización del partido y su compromiso con la guerra de guerrillas, ahora el partido que una vez vivió un régimen de democracia interna se transformó en un partido vertical.

1942

1942 marcó otro parteaguas en la evolución del partido. Fue el año cuando Mao condujo su infame “movimiento de rectificación Yanan”. De acuerdo con el libro del historiador Gaohua cómo nació el sol rojo este “movimiento” fue en esencia una purga en contra de los últimos remanentes del legado democrático del partido heredado del Movimiento Cuatro de Mayo de 1919 y el Movimiento Cultura Nueva. No es de extrañar que después de la purga, Mao fue reconocido oficialmente por la dirección como el principal líder quien tomaría las decisiones finales del partido. El culto a la personalidad de Mao literalmente se construyó sobre los cadáveres de los que están siendo enmarcados y purgados y también sobre la muerte final del Sr. Democracia y la Sra. Ciencia – una metáfora usada por Chen Duxiu para promover estos valores cuando eral el líder indiscutible del Movimiento Cultura Nueva. El partido aún lanzaba una revolución en contra del KMT, pero con una dirección autocrática y el culto a la personalidad volviéndose dominantes. En cuanto a la forma política, se alineaba cada vez más con la tradicional y mal llamada “revolución campesina” china. En la historia de la China imperial -siempre acaba como otra Yixinggeming, o revolución que sólo trajo un “cambio en el apellido del Emperador”. En términos sociales era diferente. Pero hablando políticamente el partido en 1942 ya no era el mismo partido que cuando se fundó.

 

1953

En 1949 el PCC derrotó decisivamente al KMT y fundó la República Popular de China. Se lanzó una gran reforma agraria en todo el país. Sin embargo, fue eclipsada por la consolidación del Partido monolítico y el líder autocrático Mao. No sólo no hubo nunca genuinas elecciones libres y los partidos de oposición fueron prohibidos, se fue tan lejos que prácticamente todas las asociaciones civiles autónomas se ilegalizaron.

Mientras tanto, los trotskistas chinos perseguidos, preocupados que el programa “Nueva Democracia” del partido (una alianza de cuatro clases que incluía a la burguesía y que promovería el futuro desarrollo del capitalismo) que impediría la posibilidad de un giro a la izquierda en el momento en que se agudizaran las luchas entre los terratenientes / burgueses y el pueblo trabajador. Para sorpresa de los trotskistas chinos, en unos pocos años, el partido abandonó abruptamente su programa de Nueva Democracia, y optó por la “línea general del socialismo” en 1953, que rápido evolucionó a la locura del “Gran Salto Adelante” al “comunismo”. Los pequeños campesinos verían sus tierras confiscadas por las comunas locales, pequeños comerciantes y artesanos serían incorporados a las llamadas cooperativas, mientras que los capitalistas serían eliminados, no necesariamente de manera física, pero definitivamente como clase. Este repentino giro ultraizquierdista fue posible por la dictadura de un hombre de Mao. Entre los principales líderes, el establa claramente solo argumentando por desechar el viejo programa de Nueva Democracia en el cesto de basura y comenzar a introducir el “socialismo”. El régimen autocrático establecido en 1942 le garantizó a Mao la autoridad absoluta para lograr el giro.

Fue este giro el que nos recuerda las limitaciones de defender al PCC en su periodo de guerra de guerrillas como un “partido campesino” puro y simple. También era un partido que tenía un vínculo muy fuerte con la Unión Soviética, y constantemente buscaba su liderazgo. Por lo tanto, si se trata de un “partido campesino”, era uno que era prácticamente dirigido por un estado extranjero fundado, al inicio al menos, por el proletariado ruso. Este elemento internacional formó constantemente el curso del PCC. Desde la fundación del nuevo estado, Mao ya había llamado a copiar el “modelo” de la URSS, que después evolucionaría a una nacionalización y colectivización total.

El gran giro a la “izquierda” parecía merecer el aplauso de la izquierda. Pero el socialism no trata solo de “nacionalización”. Escoger el momento correcto y la forma apropiada para hacerla es mucho más importante que el objetivo en sí mismo, y esto significa completa democracia, iniciativas desde abajo, y actuar dentro de los límites económicos y técnicos objetivos. Al hacer lo contrario, el PCC bajo Mao había creado con este Gran Salto hacia Adelante una de las mayores tragedias en la historia de la humanidad.

El hecho de que la aventura de Mao fracasara miserablemente no lo hizo volver a sus cabales. Un Mao derrotado no tardaría en azuzar otra campana loca, la Revolución Cultural, para acabar con líderes como Liu Shaoqi quien se atrevió a refunfuñar sobre el Gran Salto Adelante. La lógica de la autocrítica podrida ya se ha cumplido por completo, a pesar de toda la retórica sobre el marxismo y el socialismo. Precisamente por estas tragedias, Mao ha desacreditado profundamente la idea misma de socialismo, sentando el terreno para la contraofensiva de la derecha en el futuro.

1976

Cuando Mao murió en 1976, el partido estaba totalmente exhausto por esta locura ultra-izquierdista. Los “viejos cuadros” rápidamente volvieron al poder. Eran más prácticos, y pronto eliminaría las comunas, los legados de la Revolución Cultural, etc. y anunció que a partir de ahí el Partido, en lugar de centrarse en la “lucha de clases” ahora defendería las “cuatro modernizaciones”. Sin embargo, su regreso también simbolizó el triunfo final de la burocracia. Mao, el emperador sin corona, sufrió el mismo destino que incontables emperadores en la China Imperial -el podía matar a cualquier burócrata que quisiera, pero finalmente, la burocracia misma siempre ganaría – crecería cada vez más, y devoraría una parte cada vez mayor de los excedentes sociales (hasta hacerse cada vez más insoportable para el pueblo).

Sin embargo, en 1979, cuando Deng se volvió la nueva cabeza de la burocracia, su promesa de “modernización” fue bienvenida por el pueblo que quería ver el fin de la locura de Mao. Para Deng, las trágicas experiencias del “comunismo” de Mao ahora proporcionó al Partido el mejor argumento para recurrir al capitalismo y enriquecerse. Eventualmente las ramas más importantes de la economía del país estarían controladas por un puño de familias de la “segunda generación roja” y los “vástagos de los funcionarios”. También fue un momento cuando el Partido tuvo que gastar un presupuesto en seguridad interna mayor o similar al presupuesto de defensa – sabía muy bien quiénes eran sus enemigos principales, a saber: el pueblo mismo.

El movimiento democrático de 1989 fue una respuesta popular al capitalismo burocrático del Partido -un tipo de capitalismo donde el partido gobernante concentraba es sus manos, de manera simultánea. el poder económico y político. Irónicamente fue el PCC quien en la década de 1930 acusó al régimen del KMT como un tipo de “capitalismo burocrático”. La sangrienta represión del movimiento no significó nada más que la completa e irreversible degeneración del Partido gobernante en un partido capitalista burocrático. No es de extrañar que la composición social dominante de este partido ahora es de oficiales. En treinta años el Partido volvería a reprimir al pueblo, esta vez en el movimiento democrático de Hong Kong, para completar su proyecto de construcción de una prefecta sociedad orwelliana en China. En este sentido, el PCC ha exhibido a la perfección el significado original de “revolución”: un curso de acontecimientos que acaba por conducir al punto de partida. Se podría decir del PCC no es más que un régimen renacido del KMT de los años 1930, sólo que esta vez tiene mucho más éxito que su predecesor.

[1] Policía china detiene al maoísta de izquierda antes del centenario del partido gobernante https://www.rfa.org/english/news/china/maoists-detentions-06092021114100.html

[2]https://data.worldbank.org.cn/indicator/

Fuente: Anti*Capitalist Resistance.

Peter Wong